Los peritos tildan de involuntaria la acción del acusado del 'caso Natzaret'
La imagen del hijo muerto, la presión de grupo y el estrés derivado del intenso ruido por el tráfico de camiones fueron los tres factores que, según los peritos psicólogos, influyeron en la actuación de José Muñoz, acusado de la muerte del camionero Antonio Civantos en el barrio valenciano de Natzaret después de que éste atropellara a su hijo. Los especialistas definieron ayer ante el jurado en Valencia como involuntaria y patológica la actuación de José Muñoz.
Los doctores en psicología han examinado al acusado y afirmaron que las facultades cognitivas del acusado estaban afectadas en el momento de la agresión. Asimismo, relataron que la visión de su hijo muerto y el grupo de gente que con gritos se congregó a su alrededor influyeron de forma determinante afectando a la capacidad de obra y a la voluntad.
En la misma declaración, los peritos psicólogos se refirieron también al leve retraso mental que padece el procesado y que entienden pudo ser un factor más en una situación límite.
En la sesión de ayer, el jurado escuchó también a los especialistas psiquiátricos, quienes aseguraron que el acusado sufre un 'trastorno de adaptación' con estado de ánimo depresivo como consecuencia de lo ocurrido el 4 de diciembre de 1998. Sin embargo, dejaron también claro que el estado de ánimo del acusado es posterior a los hechos, se deriva de lo ocurrido aquel día y de su encierro en prisión, no influyó en la acción contra el camionero por la que ahora está siendo juzgado junto a su mujer, Soledad Muñoz, a la que también se acusa de dar muerte al conductor.
Los psiquiatras también consideraron el leve retraso mental que padece José Muñoz. Sin embargo, explicaron a los miembros del jurado que tal retraso no impedía comprender el alcance de los hechos. Los especialistas aseguraron haber realizado varias pruebas que certifican que el acusado poseía capacidades intelectivas normales. El testimonio discordante lo aportó una psicóloga citada por la defensa, quien afirmó que el trastorno es anterior a los hechos y que esa situación pudo influir de forma determinante en los hechos.
