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'Este año tampoco tendremos Navidad'

'Este año tampoco tendremos Navidad', anuncia Hannna J. Nasser, de 65 años, alcalde de Belén, recordando que las festividades anteriores fueron también canceladas por el estallido de la Intifada. Esta mañana, cuarto día de ocupación israelí, Nasser ha llegado puntualmente a las ocho a las oficinas del Ayuntamiento, en el que trabaja desde hace más de 30 años, y del que fue nombrado responsable el 14 de junio de 1997, cuando murió su predecesor, el histórico Elías Freij, cristiano como él.

Nasser, empresario textil, lector compulsivo en las horas libres, afirma que no está dispuesto a abandonar su puesto 'a pesar de que la vida de la ciudad esté paralizada' y de que 'los soldados y los tanques israelíes lo controlen todo'. Afirma que se trata de una ocupación militar sin matizaciones ni paliativos. Enumera: las tropas han tomado seis edificios hoteleros, los más altos de Belén, desde los que controlan tres cuartas partes de la ciudad, las patrullas se pasean constantemente por las calles principales, los campos de refugiados permanecen asediados, las comunicaciones con Jerusalén están cortadas y todos los suministros bloqueados. 'El cerco es absoluto'.

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El lema del alcalde Nasser es 'resistir hasta el final', dando ejemplo al resto de los funcionarios y vecinos, continuando así también una tradición familiar de servicio a una ciudad en la que su abuelo y padre fueron ya concejales. Es consciente de que algunas familias de Belén, una veintena como máximo, han abandonado Palestina y han regresado al exilio de EE UU o de Latinoamérica, incapaces de sobrevivir a la situación. Pero ése no es su caso: 'Ésta es mi ciudad. Mi familia vive en ella desde hace más de cuatro siglos, 1609. Aquí he nacido'.

'Éste es el momento más difícil de la historia de Belén. Por primera vez desde que fuimos liberados, el 21 de diciembre de 1995, hemos sido atacados por todos los lados por las tropas israelíes', se lamenta el alcalde. Los problemas empiezan a amontonarse de manera desordenada encima de la mesa de su despacho. El paro ha batido ya la marca del 60%; el turismo, que supone el 40% de la economía de la ciudad, está paralizado; la miseria se palpa en todas partes y las llamadas de socorro, como las que esta mañana ha enviado al presidente George W. Bush, no tienen por ahora respuesta.

En opinión de Nasser, 'la comunidad internacional tiene que asumir la defensa de todos los territorios autónomos palestinos y en especial de Belén, que es una ciudad santa'. Para él, la única solución es la de un Estado de Palestina, con todo tipo de atribuciones y prerrogativas.

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