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Reportaje:

Alternativas a Isla Chica

La oposición dice que el Ayuntamiento de Huelva debió vender terrenos en otras zonas para salvar al Recreativo

Los partidos de la oposición en el Ayuntamiento de Huelva coinciden en que el alcalde, Pedro Rodríguez (PP), tenía en la primavera de 1998 una serie de alternativas diferentes a la venta del estadio Colombino para conseguir los 2.700 millones de pesetas que precisaba el Recreativo para transformarse en Sociedad Anónima Deportiva (SAD) y no descender a Tercera División. El portavoz municipal del PSOE, José Juan Díaz Trillo, sostiene que el Ayuntamiento debió ceder al Recreativo unos terrenos ubicados en el norte de la ciudad, que además hubieran atraído la construcción de viviendas hacia esa zona, la más alejada de las fábricas del Polo Químico. Manuel Rodríguez, de IU, también defiende que el Ayuntamiento debió ceder en su día otros terrenos al decano y haber respetado el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Huelva.

La barriada de Isla Chica es el distrito más masificado de la capital onubense, con una media de 176 viviendas por hectárea, cuando lo habitual en Huelva son 70 pisos por hectárea. Ajeno a estos datos y al PGOU, el alcalde vendió en junio de 1998 el estadio Colombino, ubicado en Isla Chica, a la inmobiliaria Odeinsa por 2.700 millones de pesetas. Dos años después, esa empresa revendió parte de aquel suelo por 5.000 millones. Así fue surgiendo el caso Isla Chica.

Un juez de Huelva, tras la querella criminal presentada en marzo por un grupo de vecinos, ha enviado una exposición razonada al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) por entender que existen indicios de que la conducta de Rodríguez, que tiene condición de aforado por ser parlamentario andaluz, ha sido constitutiva de los delitos de prevaricación, malversación de fondos públicos y contra la ordenación del territorio.

Díaz Trillo considera que Huelva mantiene una deuda histórica con el Recreativo. El club de fútbol cedió al Ayuntamiento onubense en la década de los 50 su antiguo estadio, el Velódromo, ubicado en una de las mejores zonas de la ciudad, para la construcción de viviendas. En 1998 llegó el momento de devolver al Recre aquel viejo favor. Pero se hizo mal, según Díaz Trillo: 'A Pedro Rodríguez unicamente le interesó el Recreativo en aquel momento por dos razones: Una política, para hacerse con la bandera del onubensismo, y otra encaminada a dirigir una operación urbanística que está propiciando importantes plusvalías a determinadas empresas con las que el alcalde mantiene supuestamente alguna relación'.

Para Manuel Rodríguez, 'en el estadio se pudo diseñar un parque, como pedían los cidadanos, y en la colindante plaza Houston habría sido posible la construcción de un número determinado de viviendas, las suficientes para obtener el dinero para la conversión del Recreativo en SAD y haber hecho en nuevo campo'.

Cinta Vargas, portavoz de la Plataforma Pro Isla Chica, asegura: 'El estadio supone un símbolo para nuestro barrio y nos lo van a arrebatar. Es de ley que nos den un parque en ese suelo. Para conseguir los fondos que necesitaba el Recreativo se pudieron vender otros terrenos'.

Por su parte, el concejal de Urbanismo y portavoz del PP, Francisco Moro, uno de los ideólogos de la operación de Isla Chica, insiste en que 'en aquel momento sólo había la posibilidad de la venta del estadio Colombino para salvar al Recreativo'. Y explica: 'Nosotros utilizamos distintos modelos que se habían empleado en otros sitios de España como Madrid, Jerez, Granada o Sevilla: Con los terrenos del viejo estadio sacar aprovechamientos urbanísticos para financiar la salvación del Recreativo y, a la vez, construir un nuevo estadio'.

Por su parte, el presidente del Recre, Francisco Mendoza, lanzó ayer un rosario de lamentos: 'Hay sectores que no quieren al club. Las bases del Recreativo comienzan a resentirse con tanta polémica. Los jugadores se intranquilizan. Como la inquietud llegue al vestuario, tendré que intervenir'.

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