Gesto por la Paz aboga por educar en la no violencia y el apoyo a las víctimas

'Si no eres parte de la solución, eres parte del problema'. Esta frase resume el compromiso activo y constante de la coordinadora Gesto por la Paz que ayer presentó en Bilbao el documento Educándonos para la paz, que se ha publicado en una edición bilingüe de 5.000 ejemplares y que, a partir de mañana, será enviado a centros escolares y educativos de todo tipo, partidos políticos y agentes sociales y a quienes así lo soliciten (944 16 39 29; gesto@kender.es).

Este texto pretende contribuir a una mayor concienciación de la necesidad de una Educación para la Paz, permanente y en reciclaje continuo, en la que la mayor parte de la gente comprenda que es necesario 'transformar muchos de los valores de la cultura de violencia por otros nuevos que sustenten una cultura de paz'. Pero, como indica el documento, la paz no es únicamente la ausencia de violencia directa, sino que también conlleva una ausencia de violencia cultural (en la que ninguna cultura debe imponerse a otra). Es lo que Gesto por la Paz define como 'paz positiva', un concepto más amplio que busca 'que cualquier persona pueda desarrollar, en condiciones de justicia e igualdad, todas y cada una de sus potencialidades'.

Déficit en EuskadiEl documento recoge de manera sencilla y en síntesis lo que en la coordinadora se ha venido trabajando desde sus comienzos, hace 15 años. El enfoque de lo que es la Educación para la Paz esta desarrollado en tres ámbitos: el familiar, el escolar y en la situación concreta de Euskadi. Gesto por la Paz afirma que en el País Vasco se ha vivido con 'una situación de déficit' en Educación para la Paz, al no haberse abordado la problemática específica de esta sociedad 'de una forma crítica y constructiva'. Por ello, consideran que es necesario 'educar en unos nuevos valores coherentes' en los que se incluyen el derecho a la vida, la no violencia, la aceptación y el respeto a la diversidad, la solidaridad con las víctimas, el diálogo y el inconformismo ante la violencia, entre otros. Estos valores deben ser trasladados a la juventud, tanto desde sus propios hogares y desde la escuela, como desde la sociedad toda.

'La educación no puede ser neutral ante cuestiones que afecten a los derechos humanos', se afirma en el documento. De esta manera, los educadores deben adoptar una postura clara desde la ética, pero nunca utilizada de forma partidista. El profesorado también debe 'educarse para la paz', ya que ellos son modelos y referentes del alumnado.

Gesto aboga por potenciar una sociedad civil 'viva y activa', con gran potencial 'ético y humano', que mantenga siempre 'la convicción profunda de que matar a otra persona es éticamente inaceptable, al margen de cuestiones políticas', según señaló ayer en la presentación del documento Xabier Askasibar, miembro de la coordinadora.

Además, en el texto se incide en 'fomentar un bilingüismo enriquecedor y tolerante' que deje de ser 'arma arrojadiza y elemento de enfrentamiento' y se convierta 'en punto de encuentro y convivencia'.