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El Gobierno cambiará la ley de adopciones de niños extranjeros por el parón de Rumania a 100 peticiones

La Comunidad permitirá que las parejas cursen una segunda solicitud en otro país

La Comunidad modificará su actual decreto sobre el funcionamiento de las instituciones colaboradoras de la adopción internacional para que quienes quieran adoptar un niño en un país extranjero puedan realizar una segunda petición en otro diferente cuando la primera se encuentre paralizada por las circunstancias sociopolíticas del primero. Puede ser la solución para las 100 familias madrileñas que han visto bloqueadas sus gestiones para adoptar un niño en Rumania tras la reciente decisión de este país de suspender los prohijamientos hasta reformar el sistema de asignación.

La modificación de la regulación sobre las adopciones en el extranjero fue anunciada ayer por el consejero de Presidencia y portavoz del Ejecutivo madrileño, Manuel Cobo, tras la reunión del Consejo de Gobierno. En esa reunión se acordó remitir al Consejo de Estado, para que emita el correspondiente informe preceptivo, el proyecto de decreto que modifica el artículo 15 de dicha normativa de 1996 sobre adopción internacional. Este artículo establece que las instituciones colaboradoras de la adopción internacional no pueden admitir a trámite nuevas solicitudes de adopción de personas que ya estén tramitando otra anterior en la misma institución, en otra diferente o en la entidad pública correspondiente. La misma normativa impide tramitar el mismo expediente en varios países a la vez.

Cobo explicó que la modificación de esta normativa se ha hecho necesaria ante los cambios y circunstancias sociopolíticas imprevisibles que, con frecuencia, sufren los países que permiten la adopción de sus menores y que modifican su estructura y procedimientos. En opinión de Cobo, estos cambios confieren a la adopción un 'riesgo añadido', además de alargar los ya de por sí dilatados procesos de adopción. En la actualidad, 800 familias madrileñas tienen solicitada la adopción de un niño en el extranjero, según fuentes de la Consejería de Servicios Sociales.

Como ejemplo, el consejero de Presidencia citó el caso de Rumania, donde el Gobierno de este país decidió en junio pasado suspender de forma cautelar los procesos de adopción que estaban en marcha a la espera de una reforma del actual sistema de asignación. La intención del Ejecutivo de Bucarest es aumentar los controles estatales sobre los prohijamientos de pequeños rumanos en detrimento de las fundaciones, que desempeñaban hasta ahora un papel relevante en los contactos con los solicitantes de adopción.

Además, según un portavoz de la Embajada de Rumanía en España, la reforma favorecerá las adopciones por parte de familias locales e intentará poner coto a los casos de corrupción en los procesos de adopción denunciados por el Parlamento Europeo, entre otras instancias. En Rumania, alrededor de 100.000 niños dependen de los sistemas de protección estatales y otros muchos deambulan por las calles tras ser abandonados por sus familias ante la imposibilidad de alimentarlos y cuidarlos.

La modificación de la regulación sobre las adopciones en el extranjero puede ser una puerta de esperanza para el centenar de familias madrileñas afectadas por la paralización de los procesos de adopción en Rumania. En toda España, el número de familias que han visto bloqueadas sus gestiones para traer a pequeños rumanos llega hasta el millar.

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Por primera vez, en 2000 Europa del Este desplazó a América Latina como origen preferente de las adopciones internacionales a cargo de las familias españolas. El año pasado, 1. 439 prohijamientos internacionales, casi la mitad del total, se realizaron en el oriente europeo, según los datos oficiales. El aumento más espectacular se registró en Rusia: 496 adopciones el año pasado frente a 141 en 1999. Con todo, Rumania se situó a la cabeza, con 583 adopciones a cargo de parejas españolas (280 el año anterior). El tercer lugar fue para Ucrania, seguida de Bulgaria.

Tras Europa del Este, América Latina ofrece casi un tercio de las adopciones internacionales españolas. Y sobre todo Colombia: de allí llegaron el año pasado 414 pequeños. A gran distancia quedaron Perú (99 prohijamientos), Guatemala (90) y México (79). En Asia, China ocupa el primer lugar. El año pasado las familias españolas adoptaron allí a 475 niños, casi el doble que en 1999. Le siguieron India (190), Nepal (16) y Vietnam (5).

En África, el número de adopciones es muy inferior. Iniciadas en 1998 con 16 niños, el año pasado sumaron 32. Los pequeños procedían de seis países. Una decena procedía de Madagascar.

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