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La CNMV borró los correos electrónicos del inspector que descubrió el fraude de Gescartera

Una carta de Vives al organismo regulador revela que no se le permite acceder a ciertos documentos

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha borrado un archivo que contenía los correos electrónicos de David Vives, el director general de Supervisión del organismo regulador que en 1999 descubrió graves irregularidades en Gescartera. Así se desprende de una carta dirigida a Salvador Meca, secretario general de la CNMV, en la que Vives afirma: 'Sé además, ya que usted mismo me lo comunicó el pasado día 9 de octubre, que los archivos electrónicos conteniendo mi correspondencia por e-mail han sido borrados'.

La carta fue recibida ayer tanto en el organismo regulador como en el Congreso de los Diputados, según las fuentes consultadas. En ella, Vives responde a la misiva que Blas Calzada, el nuevo presidente de la institución, había enviado al Congreso, accediendo a la petición del ex director general de Supervisión de consultar documentación de la CNMV para poder aportar las pruebas que le solicitaba la comisión que investiga en el Parlamento el caso Gescartera.

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La comisión requirió a Vives pruebas documentales de sus afirmaciones ante los diputados, ya que otro testigo, Antonio Alonso Ureba, ex secretario del Consejo de la CNMV, declaró que el antiguo director de Supervisión había mentido. Vives reveló ante los diputados que en el consejo extraordinario del 16 de abril de 1999 él propuso intervenir Gescartera y que, con posterioridad a esa fecha, Alonso Ureba puso numerosas trabas a sus investigaciones.

En la carta, Vives resalta que Blas Calzada sólo le permite acceder a cierta documentación (que ya ha sido enviada al Congreso), pero no a otros documentos que él considera imprescindibles, entre los que se encuentran sus correos electrónicos. Otros funcionarios de la CNMV recibieron, en el momento de dejar su puesto en el organismo, un CD-ROM con todos sus e-mails, algo que no sucedió en su caso.

Como director de Supervisión, Vives descubrió un agujero de 4.500 millones de pesetas en Gescartera en 1999. Tras sufrir numerosas trabas dentro de la CNMV, según declaró en el Congreso, abandonó el caso a petición propia en julio de ese año. Al año siguiente dejó la CNMV.

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El origen de estas cartas es la petición de amparo que Vives había realizado a los diputados para poder acceder a la documentación que necesita de la CNMV para su defensa. Pero ante las dificultades encontradas, el antiguo inspector 'renuncia formalmente' a ella y anuncia que recurrirá a otras instancias.

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