Francia rectifica y rebaja el precio de las licencias de la telefonía móvil UMTS

El Gobierno francés ha rectificado sus planes iniciales de la nueva telefonía móvil (UMTS) para favorecer su desarrollo tras comprobar los obstáculos existentes por la falta de disponibilidad tecnológica y el alto coste de las licencias. Ante ello, el Ejecutivo galo ha decidido rebajar a una octava parte el precio inicial de las licencias por las que sólo pujaron France Télécom y Vivendi. También convocará un concurso para adjudicar las dos concesiones que quedaron desiertas, y a las que puede optar Telefónica, y ampliará de 15 a 20 años el periodo de concesión.

El Gobierno francés organizará un segundo concurso para la adjudicación de licencias de telefonía móvil UMTS antes de que acabe este año, después de dividir por ocho el precio exigible para el acceso a aquellas. Las nuevas condiciones se aplicarán retroactivamente a France Télécom y Vivendi, que obtuvieron sus licencias en el primer concurso y pagaron recientemente los 619 millones de euros del primer plazo. Esa misma cantidad es a la que queda reducida la licencia, cuyo precio inicial fue de 4.950 millones de euros.

El Estado dejará así de ingresar la mayor parte de los 19.800 millones de euros que pensaba recaudar por estas licencias, destinados a alimentar un fondo para pensiones y cubrir otros déficit presupuestarios, que se compensarán parcialmente con la privatización parcial de autopistas.

El precio de entrada se incrementará con un porcentaje de la cifra de negocios de los futuros operadores, dando así la razón a Michel Bon, presidente de France Télécom, quien ha defendido la muy razonable idea de fijar tasas sobre la riqueza cuando ésta haya sido creada, y no antes.

El Gobierno francés es el primero de Europa que atiende las peticiones de los operadores de telecomunicación, implicados desde hace meses en la denuncia del cuento de la lechera provocado por el clima eufórico de la llamada nueva economía, que llevó a muchos gobiernos europeos a una carrera por recaudar cantidades multimillonarias por las licencias. En Alemania, donde no se piensa modificar de momento, la recaudación por seis licencias fue de 50.400 millones de euros. En España, los ingresos fueron mucho menores, de algo más de 520 millones de euros (87.000 millones de pesetas), por lo que el Gobierno decidió imponer una tasa multimillonaria -de 821 millones de euros anual durante 20 años- que acaba de reducir a 284. En 2000 la tasa fue de 42 millones de euros.

Jean-Marie Messier, presidente de Vivendi Universal, ha saludado la decisión como 'pragmática y realista', tras el pulso mantenido con el Gobierno el pasado 1 de octubre, día en que Cegetel, filial de Vivendi para la telefonía, se negó a pagar los 619 millones de euros que le correspondían como primer plazo de la licencia, aunque dos dáis después rectificara, depositando el dinero y pidiendo que siguieran las negociaciones.

El golpe de mano de Vivendi parece haber tenido resultado: el ministro de Economía, Laurent Fabius reduce drásticamente el precio de la licencia; su duración se alarga de quince a veinte años; y organiza otro concurso, para buscar dos candidatos nuevos a la telefonía móvil UMTS.

En ese concurso, volverán a tener una oportunidad los aspirantes que se retiraron en la primera puja: Deutsche Telekom, Bouygues y Suez, este último aliado con Telefónica. La firma española se limitó ayer a manifestar que estudiaría las bases del concurso cuando se convoque, advirtiendo que, pese a la rebaja del precio, las condiciones del mercado también han variado.

Una vez arrumbadas las condiciones draconianas del anterior procedimiento, Bouygues dice que las actuales van 'en el buen sentido', Suez mantenía su negativa a implicarse. Fuentes del sector vinculan la decisión de Telefónica y el resto de operadores a que el Gobierno francés dé un nuevo paso y permita acuerdos para compartir infraestructuras como en Alemania.

Por el momento, la decisión de revisar drásticamente el coste de las licencias UMTS ha impresionado favorablemente a los mercados. En la Bolsa de París, France Télécom ganó ayer un 2,80% y su filial Orange un 2,70%. Vivendi Universal progresó un 2,90% y Bouygues, el posible candidato en un nuevo concurso, ganó un 2,80%. Al poco del cierre llegaron a superar el 10%.