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Una de cada cuatro operaciones para extirpar el apéndice en mujeres fértiles es innecesaria

El diagnóstico certero de la inflamación del apéndice (apendicitis) sigue siendo una asignatura pendiente. A pesar de los adelantos del diagnóstico por la imagen de la última década, las tasas de operaciones innecesarias no han disminuido y siguen siendo muy altas: un 9% en los hombres y un 23,2% en las mujeres.

Ni las tomografías computerizadas, ni los modernos aparatos de ultrasonidos ni la laparoscopia, desarrollados o perfeccionados en los últimos 12 años, han conseguido mejorar este difícil diagnóstico. Un estudio publicado en el último número del Journal of the American Medical Association (JAMA) muestra que la tasa global de errores diagnósticos en hombres y mujeres no baja del 15%. Y si el análisis se centra en las mujeres en edad fértil y en los hombres mayores de 65 años, resulta que no sólo no disminuyen los diagnósticos fallidos sino que aumentan: un 1% anual para las primeras y un 8% para los segundos.

La disparidad entre las tasas de hombres y mujeres se debe a que las mujeres tienen una anatomía más compleja en la parte derecha del abdomen. En las proximidades del apéndice está el ovario derecho, la trompa de Falopio derecha y el útero. Estas estructuras anatómicas, cuando se alteran por alguna patología, pueden producir una sintomatología similar a la que causa el apéndice cuando se inflama y, por ello, resulta a veces tan difícil de detectar una apendicitis, incluso para los médicos y cirujanos más experimentados.

La disponibilidad de todos los nuevos y sofisticados métodos diagnósticos, que en teoría son eficaces para detectar la inflamación del apéndice, en la práctica no ha conseguido mejorar el diagnóstico. 'Por las razones que sean, lo que prometía esta nueva tecnología diagnóstica no se ha visto cumplido', indica el cirujano David Flum, principal autor del estudio.

El estudio de Flum, realizado con datos de 85.790 pacientes operados de apendicitis entre 1987 y 1998, apunta que, aparte del coste económico de estos errores diagnósticos, hay un importante coste en términos de salud porque algunos pacientes desarrollan infecciones de la piel o en la pelvis, entre otras posibles complicaciones quirúrgicas.

Vestigio evolutivo

El apéndice es un vestigio evolutivo que no tiene ninguna función. Su forma es la de un pequeño dedo hueco adosado al intestino grueso en su zona inferior derecha. Cuando se obstruye su pequeña abertura de comunicación, se desarrolla una infección que puede llegar a causar una perforación intestinal e incluso la muerte.

El principal síntoma de la inflamación aguda del apéndice es un dolor muy intenso en la zona, además de pérdida del apetito y náuseas. Cuando estos síntomas conducen en el hombre a un diagnóstico equivocado de apendicitis, el culpable del dolor puede ser un ganglio inflamado o una infección viral, mientras que en la mujer la causa puede ser una infección de ovario o útero o un embarazo ectópico (el embrión se implanta fuera del útero).

La intervención quirúrgica para extirpar el apéndice es uno de los procedimientos quirúrgicos más habituales. Se calcula que en el momento del nacimiento, de cada 100 personas, 7 serán operadas de apendicitis a lo largo de su vida. Si la situación de emergencia, lo que en términos médicos se denomina un abdomen agudo, se presenta en una mujer jóven y fértil, en uno de cada cuatro casos el apéndice que se extirpa es normal.

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