Zapatero descarta el pacto para renovar los cargos institucionales si Rato no se disculpa

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, dejó ayer claro que no dará marcha atrás en su decisión de suspender el acuerdo sobre renovación de los órganos institucionales hasta que el vicepresidente económico, Rodrigo Rato, retire sus acusaciones. 'Si el señor Aznar tiene que pasar por el aro de Rato, yo no voy a pasar, y no firmaré nada que alguien pueda pensar que es fruto del chantaje', anunció ayer Zapatero. Hasta ahora, ni Rato ha rectificado, ni Aznar ha desautorizado sus palabras. Socialistas y populares se dieron de plazo hasta mañana para intentar salvar el pacto.

Ante casi 4.000 personas, en un pabellón deportivo de Vigo, el líder del PSOE pidió el voto de la inmensa mayoría de los gallegos para su compañero y candidato a la presidencia de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, porque con él terminará el pasado y Galicia podrá emprender un futuro con más desarrollo y más libertad. Los deseos y los valores que Zapatero ensalzó y deseó para Galicia son los que él mismo quiere representar ante el conjunto de España, según explicó a quienes le escuchaban.

En ese contexto hizo una defensa de la política, 'como tarea noble', para a continuación lanzar una advertencia sobre la renovación pendiente del Tribunal Constitucional, del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal de Cuentas. El plazo para renovar este último terminó en diciembre de 2000, y tanto el CGPJ como varios magistrados del Tribunal Constitucional han terminado su mandato a finales del pasado julio. 'Dije que no iba a suscribir un acuerdo que para el vicepresidente Rodrigo Rato es un chantaje; decir eso es lo mismo que decir que los acuerdos en el Parlamento son basura, y no firmaré nada que pueda decirse que es un chantaje o un chalaneo, por respeto a la gente', explicó Zapatero. Luego, añadió dirigiéndose al presidente del Gobierno: 'Si el señor Aznar tiene que pasar por el aro de Rato, yo no voy a pasar'.

La ofensiva contra Zapatero

Estos avisos responden al final tormentoso que tuvieron las negociaciones sobre los órganos constitucionales entre el PP y el PSOE después de que ya hubiera acuerdo, y además quedara bendecido por el presidente del Gobierno, José María Aznar, según transmitió en su momento el ministro de Justicia, Ángel Acebes, a Rodríguez Zapatero. Acebes envió ese mensaje tranquilizador después de que Rodrigo Rato descalificara a los socialistas por alguno de los candidatos que había propuesto para cargos institucionales. Rato afirmó en el pleno del Congreso que lo que la dirección del PSOE pretendía era 'colocar a ex ministros socialistas' que le resultan incómodos.

Tras las explicaciones dadas por el ministro de Justicia y por el secretario general del PP, Javier Arenas, las aguas volvieron a su cauce, pero se desbordaron de nuevo hace dos semanas. Rato citó directamente a Zapatero, para reprocharle que su partido estaba chantajeando al PP con la amenaza de no firmar los acuerdos si no se incluía a un amigo suyo -Jaime González, ex candidato del PSOE a la presidencia de Castilla y León- en otro ámbito, ajeno al del pacto, cual es el Consejo Nacional de la Energía. Todo se rompió ahí, ya que el PSOE exigió una rectificación a Rato o que fuera desautorizado por el Gobierno. Nada de eso se ha producido, y mañana termina el plazo que los partidos se dieron para ver si era posible incluir la votación de los nuevos integrantes de los citados órganos constitucionales en el pleno del Congreso y del Senado previsto para la semana siguiente. El orden del día será fijado el próximo jueves.

'No más lecciones de ética'

En correspondencia con el ataque de Rato, Rodríguez Zapatero no deja de atizarle en cuanto tiene ocasión. 'El Gobierno de Galicia y de España ha perdido el crédito político, aunque Rato tenga algún crédito bien amarrado', ironizó ayer. Al igual que el día anterior en Noia, el líder del PSOE pidió responsabilidades políticas a Rato y Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, por el caso Gescartera, aunque precisió que los socialistas plantean esa demanda 'sin dañar a la política, sin decir que todos son iguales'. 'No daré', agregó, 'ninguna lección moral a nadie; ya lo hicieron otros y han quedado desnudos. Pero, señor Aznar, después de lo que ha pasado, ¡ni una lección más de ética!'.

El clima de entusiasmo mostrado ayer en Vigo por los militantes socialistas hicieron que tanto Zapatero como Touriño se mostraran muy optimistas sobre los resultados del PSdG en las elecciones del próximo domingo, a pesar de que las encuestas publicadas insisten en que los socialistas continuarán siendo la tercera fuerza política. Ayer, el líder del PSOE rehuyó aclarar qué política de pactos debe seguir Touriño si el PP pierde la mayoría absoluta. Sólo aclaró que sería Touriño quien liderase la conjunción 'de fuerzas progresistas'.