El decano se despide
Jean Alesi se retira a sus 37 años con el carisma de un campeón pese a haber ganado sólo un gran premio
Su nombre surge de forma espontánea cuando se habla de la fórmula 1. Sin embargo, resulta sorprendente que un piloto tan carísmatico como el francés Jean Alesi haya ganado sólo un gran premio, el de Canadá, en 1995, con Ferrari. Ahí se quedó plantado su palmarés porque ya no le queda tiempo para mejorarlo. Ayer, con Jordan, abandonó la F-1, a sus 37 años, sufriendo un accidente cuando tocó al finlandés Kimi Raikkonen, que había reducido de golpe la velocidad de su Sauber por un problema de la suspensión.
Alesi se va siendo el decano y dejando atrás 201 grandes premios disputados en 13 temporadas, una victoria, 32 podios, 242 puntos, dos pole positions y dos cuartos puestos, en 1996 y 1997, en la clasificación final del Mundial. Pero, más que todas estas estadísticas, deja una estela de piloto peleón, batallador, arriesgado, muy a la vieja usanza, que supo levantar al público y hacerle sentir emociones que ahora apenas se le ofrecen.
'Lo dejo', concluye Alesi, que ayer fue agasajado por los espectadores y sus compañeros en el paddock. 'Puede que siga con Eddie Jordan [le quiere como profesor para Sato y para poner los coches a punto]. Hay algo incuestionable. Quiero mucho a mi esposa y a mis hijos, pero no me veo todavía permaneciendo en casa sin nada que hacer'.
Al volante de un Jordan, Alesi se dio a conocer en 1989, cuando se convirtió en campeón intercontinental de la fórmula 3000. Aquel año, el 9 de julio, debutó en la F-1 potenciado por Ken Tyrrell y fue cuarto en el GP de Francia. Un año más tarde tuteó al brasileño Ayrton Senna (McLaren) en el de Estados Unidos, en el que encabezó la carrera, pero acabó el segundo. Fue su confirmación.
'¿Mi peor recuerdo? La carrera de Imola, en 1994, en la que falleció Senna', comenta. Entonces corría ya con Ferrari -de 1991 a 1995- y, aunque se han vertido dudas sobre su acierto al firmar por la escudería italiana, fue en ella en la que vivió sus mejores momentos. Después pasó por Benetton (1996), Sauber (1998), Prost (2000) y Jordan (mitad de 2001).
Lo que más ha distinguido la trayectoria de Alesi ha sido su sencillez y su amabilidad fuera de la pista. 'Se hace querer. Es un muy buen amigo', afirma Jordan. 'Su adiós ha sido una sorpresa y un shock', reconoce Michael Schumacher; 'es un amigo que se va. Ha aportado tanto placer a los espectadores. No ha ganado muchas pruebas, pero ha fascinado'.
Hijo de un carrocero de Avignon apasionado por las carreras, Alesi abandonó sus estudios en básica para ser mecánico. Debutó en karts en 1981 y compitió en la Copa Renault antes de saltar a la F-3000. 'Hay que saber decir basta', explica; 'la F-1 cambia y hay que aceptarlo. Hace falta mucha concentración para saber qué está ocurriendo en el coche durante una carrera. Podría continuar. Pero Eddie [Jordan] y yo decidimos que había llegado el momento de dar paso a los jóvenes'.
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