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Gran Premio de Japón de Fórmula 1 | AUTOMOVILISMO
Columna
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Otros adioses

Además de Jean Alesi, la temporada se lleva consigo otros elementos clásicos que han marcado este deporte en la última década. Con el Gran Premio de Japón desaparece el equipo Benetton, que diera a Michael Schumacher sus dos primeros títulos mundiales y que pasará a ser la escudería oficial Renault en la próxima temporada. Nacido en 1986 de la escudería Toleman, en sólo tres lustros de existencia el equipo patrocinado por la casa de moda italiana ha conseguido dejar huella en el automovilismo.

La salida de Schumacher hacia Ferrari, llevándose consigo a medio equipo, fue un golpe del que Benetton ya no se pudo recuperar. Poco a poco fue perdiendo fuelle. El año pasado, su propietario, Flavio Briattore, convenció a la gran marca francesa para que volviera a la fórmula 1 con su propia escudería y de paso para que le comprara las acciones de Benetton. Ésta ha sido una temporada de transición. En el futuro puede estar Fernando Alonso subiéndose al podio.

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Se rompe también una pareja clásica: Mika Hakkinen y David Coulthard llevaban juntos en McLaren desde 1996. El finlandés se toma su año sabático sin dar pistas sobre el futuro y de paso cierra definitivamente la puerta a que el escocés pueda demostrar que, por lo menos, es tan bueno como él. A superarlo ya renunció hace tiempo. La llegada de la joven promesa finlandesa Kimi Raikonnen y el reconocimiento por parte de Mercedes Benz de que va a ser necesario desarrollar un motor técnicamente mucho más arriesgado parecen indicar que se cierra también un ciclo de las flechas de plata.

Quienes no cierran ningún ciclo, sin embargo, son la gente de Ferrari. La demostración de ayer en Suzuka, el dominio de Michael Schumacher que estrenaba chasis nuevo, sólo puede anunciar que la temporada que viene empezará como ha acabado ésta. Mucho tendrán que afinar Williams y BMW si de verdad quieren arrebatar el título a los italianos. La impecable carrera de Juan Pablo Montoya, sin embargo, es una muy buena señal para la escudería anglogermana.

Los adioses de ayer, sin embargo, pueden sólo ser anecdóticos comparados con los que nos pueda traer el futuro más inmediato de la mano de la recesión económica. El fichaje de Raikkonen por cifras que algunos sitúan en torno a 20 millones de dólares (unos 3.700 millones de pesetas), ha disparado la voz de alarma. La legislación contra la publicidad de las tabaqueras parecía haber abierto las puertas de la fórmula 1 a las grandes empresas de alta tecnología. Ahora todo se está revisando de nuevo.

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