_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

De interés general

El Ministerio de Fomento que dirige Álvarez Cascos ha anunciado que construirá y gestionará en Villafría y Monflorite dos aeropuertos semejantes al que el adalid provincial Carlos Fabra promociona en las comarcas valencianas del Norte. Villafría está en las burgalesas tierras del Cid, y Monflorite en la geografía pirenaica de Huesca que conquistó Alfonso I, El batallador. Vilanova de Alcolea, en los llanos prelitorales de Castellón, se verá agraciada, a lo peor, con el aeropuerto que promueve Fabra y que se construirá y gestionará con caudales privados.

Por estos pagos valencianos desconocemos la motivación, el interés o la necesidad que tienen burgaleses y oscenses de un aeropuerto en Villafría y otro en Monflorite; conocemos, eso sí, el peaje que hay que pagar si se quiere llegar con rapidez a las comarcas valencianas centrales desde las del norte; sabemos también que cuatro gotas otoñales de agua, que aquí siempre caen precipitadas, pueden interrumpir la vía férrea Valencia-Castellón durante horas; del mismo modo tenemos claro que el interés del aeropuerto futuro y privado de Vilanova se circunscribe al ámbito de un determinado sector empresarial del turismo, émulo de los promotores acelerados del cemento, que tanto se propaga por los alrededores de Benidorm. Razonar pacíficamente con esos determinados sectores empresariales en torno a conceptos tales como desarrollo sostenido, o sobre el efecto culatazo que supone un desarrollismo descontrolado, es inútil; tan inútil como intentar convencer a un clérigo talibán de que hay otras formas de fe que no pasan por el fundamentalismo.

El ministro de Fomento, que construirá y gestionará los aeropuertos de Villafría y Monflorite, y no el de Vilanova de Alcolea, le ha dado el beneplácito, al promotor y conmilitón en su mismo Partido Popular Carlos Fabra, para que se construya el aeropuerto de Vilanova sin el cual, al parecer de los desarrollistas, los castellonenses mendigaremos en el futuro más que un fraile franciscano sumido en la más extrema pobreza medieval. Indica el ministro del Gobierno de Aznar que el aeropuerto de Vilanova será declarado de 'interés general' y que esa consideración responde a que será calificado como 'internacional'. Apela el ministro a varios decretos y Fabra apela al hipotético chorreo de vuelos chárter que llegará de Hamburgo, Omán y Kuala Lumpur. Un concepto de 'interés general' que desconocía la ciudadanía valenciana y castellonense hasta el momento. Una ciudadanía que, probablemente, cree que el interés general está en no pagar peaje de Castellón a Valencia, y viceversa, y en que el tren de cercanías no se interrumpa cuando caigan cuatro gotas destartaladas. Ese concepto de 'interés general', con el que se identifican Fabra y algunos empresarios y el ministro de Fomento, es futurista, moderno, irrisorio y esperpéntico, como lo es el llamado 'proyecto provincial' del cabeza de fila del PP en la Diputación de Castellón. Quizás por ello se haga necesario modernizarnos y cambiar hasta de idioma. En el futuro deberían colocar indicadores viarios en la provincia en los que se lea claramente por donde se llega y por donde se sale del Fabra International Airport of New Town of Alcolea. Será un futuro divertido en el que se mezclarán los hipotéticos vuelos chárter con los intereses privados y con el más recalcitrante e irrisorio localismo decimonónico. Será una parodia de la modernidad con visos de progreso o un martes de carnaval de interés general.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_