Gamesa recortará 500 empleos de su división aeronáutica por la crisis del sector
La firma vasca reduce el ritmo de producción y paraliza sus inversiones en Sevilla y Álava
Hasta hace apenas un mes Gamesa era un negocio sin fisuras. Sin embargo, en su camino se han cruzado los atentados contra el World Trade Center, en Nueva York, y el Pentágono, en Washington, del pasado 11 de septiembre. Ayer, la firma vasca, cuyo negocio se reparte en un 35% en aeronáutica y en un 65% en energía, anunció un recorte de 500 empleos en su división aeronáutica, la cuarta parte del total de la plantilla en esta división. La firma aeronáutica ha paralizado también su inversión en un centro de desarrollo para 400 ingenieros y técnicos en el aeropuerto de Foronda (Álava).
El Grupo Auxiliar Metalúrgico, fundado en enero de 1976, se convirtió en noviembre del pasado año, con su salida a Bolsa, en una empresa de éxito volcada en la construcción aeronáutica y en el sector energético, fundamentalmente en el área eólica, tanto en desarrollo y construcción de molinos y parques como en su explotación. El pasado junio, el consejero delegado, José Ignacio López Gandásegui, anunció para este año un alza en el beneficio neto de un 37% sobre 2000, año en el que se alcanzaron los 11.452 millones de pesetas. La facturación total del grupo fue en 2000 de 127.401,76 millones de pesetas. Los títulos de Gamesa perdieron ayer en Bolsa tras conocerse los recortes de empleo un 0,42% y cerraron en 14,09 euros.
El beneficio, el empleo y los planes de inversión, que para el periodo 2000-2002 eran de 117.000 millones de pesetas, se verán recortados, según fuentes de la compañía. Sin embargo, no se atrevieron a avanzar el impacto en la cuenta de resultados de la crisis mundial del sector aeronáutico.
La plantilla total de Gamesa asciende a 4.700 trabajadores, de los que 2.000 están en la división aeronáutica, la afectada por los recortes. Dentro de esta área de negocio no se van a producir reducciones en la plantilla de las divisiones de componentes e ingeniería. Los 500 empleos que se van a perder son en estructuras y montaje. Gamesa comunicó ayer a la CNMV esta decisión. Hace solamente cinco años, Gamesa contaba sólo con 700 trabajadores.
Gamesa justificó la reducción de empleos en la caída de la producción y dijo que esta caída afectará también a la subcontratación con terceras empresas. El objeto de la medida, según la empresa, es garantizar la 'viabilidad y futuro' de Gamesa en esta actividad. Los programas que van a reducir sus volúmenes de producción son los de Embraer, Bombardier y Sikorsky. Las previsiones de entrega de unidades de serie se reducen a 195 aviones en 2001 frente a los 256 planificados, y a 166 en 2002 frente a las 283 unidades previstas.
La planta que se va a ver más afectada es la del Parque Tecnológico de Miñano (Álava). Los otros centros productivos en los que se producirán recortes son Fuesa en Legutiano (Álava), Moasa en Berantevilla (Álava), Easa del Sur en Sevilla y Coasa en Galicia.
Parón inversor
Aunque la mayor parte de las inversiones del grupo corresponden al área de energía, muy intensiva en capital, el área aeronáutica va a vivir un parón. La compañía ha acordado suspender las inversiones que no están asociadas al desarrollo de sus proyectos en curso, o los nuevos que se puedan conseguir, y a los desarrollos tecnológicos. Además, quiere aplicar un plan de reducción de costes. Al margen de esto, Gamesa mantiene inalterables todos sus proyectos en desarrollo
La empresa vasca tenía previsto instalar en el aeropuerto de Foronda en Vitoria su centro de ingeniería en una parcela de 40.000 metros cuadrados, donde trasladaría desde las instalaciones de Miñano a 400 personas. Este proyecto está por el momento paralizado. Por otro lado, las inversiones en Sevilla, ligadas a la toma de participación en el A-380, el superjumbo de Airbus, se encuentran también en el aire. El grupo vasco pensaba destinar a una nueva planta de chapa 2.000 millones de pesetas. De momento, se va continuar trabajando en Easa del Sur, donde se fabrican piezas para Bombardier.
Los accionistas de referencia de Gamesa son la Corporación IBV, participada al 50% por BBVA e Iberdrola, con un 38,5% del capital; Nefinsa, propiedad de la familia valenciana Serratosa, con un 21,5%, y Tornusa, que agrupa a los fundadores de Gamesa, encabezados por Juan Luis Arregui, con un 6,53%. El resto del capital se encuentra repartido en Bolsa entre diferentes accionistas.
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