De la Torre y Linde acuerdan los nuevos usos de los muelles de Málaga
El plan especial podrá aprobarse en 4 meses
La vieja ambición de los malagueños de recuperar para uso ciudadano los muelles 1 y 2 del puerto vuelve a tener un rayo de luz. Tras 11 meses de bloqueo, el alcalde, Francisco de la Torre (PP), y el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, alcanzaron el martes un principio de acuerdo sobre la ubicación de los distintos elementos que formarán el futuro parque de ocio que ocupará estos muelles y que requiere inversiones de más de 60.000 millones de pesetas.
El proyecto vuelve a tener luz pero no prisas. El presidente de la Autoridad Portuaria reconoció ayer que como mínimo hasta el mes de febrero no será posible que el nuevo plan especial quede definitivamente aprobado. Según el calendario que Linde prevé, a finales de mes el Puerto entregará la documentación con los planos definitivos de las modificaciones. Será entonces el turno del Ayuntamiento, en el que primero deberá producirse una aprobación inicial por parte del alcalde, después será necesario un periodo de información pública y otro para estudiar las alegaciones que se presenten antes de que el plan pueda ser aprobado por el pleno de la corporación.
En la nueva ordenación hay cambios sustanciales respecto al plan especial que el Ayuntamiento aprobó en 1998 y en base al cual el Puerto concedió al grupo británico Chelverton la ejecución y explotación del parque de ocio. Sí se mantiene, según Linde, el volumen total de edificación, 32.000 metros cuadrados.
La principal novedad es el cambio de ubicación de un edificio para multicines y otros establecimientos de ocio que en lugar de en el Paseo de la Farola, muelle 1, se ubicará en el muelle 2, paralelo al Paseo de los Curas, y junto a la esquina que forman ambos muelles. Este edificio había sido objeto de polémica porque el Ayuntamiento consideró que tenía demasiado volumen y constituía una barrera justamente en la fachada portuaria que siempre ha estado más integrada en la ciudad. Ahora se traslada a un lugar donde el impacto visual es menor. A este edificio se agregará también una zona comercial, con lo que queda anulado el proyecto de construcción de un inmueble junto a la actual entrada principal, en la Plaza de la Marina, que iba acoger una tienda de la cadena Fnac.
De esta forma, el Paseo de la Farola mantendrá su fachada similar a la de ahora, sin ocupaciones de impacto, ni tampoco verja de separación. En los bajos, ahora ocupados por oficinas portuarias, se ubicarán restaurantes, bares y comercios, y en el extremo junto a la Farola se construirá un gimnasio. El muelle 2, entre los multicines y la Plaza de la Marina, será ocupado por un museo de escultura al aire libre y un acuario.
Según reconoció Linde, los cambios pueden ser más o menos discutibles, pero han permitido que se llegue a un acuerdo y la ocupación urbanística es muy parecida a la que había en el anterior proyecto.
Una carrera de retrasos
Los precedentes obligan a Autoridad Portuaria y Ayuntamiento de Málaga a ser prudentes sobre los plazos para la ejecución del plan especial que permitirá recuperar los muelles 1 y 2 para uso ciudadano. Y es que cuando en noviembre de 2000 decidieron paralizar la tramitación del plan especial, se otorgaron de plazo hasta enero de 2001 para desbloquear la situación, pero la realidad es que han necesitado 11 meses. Ahora queda un extenso calendario procedimental hasta que el plan pueda estar aprobado, posiblemente sobre marzo de 2002, justo un año después de que debieran haber comenzado las obras. Recuperar el puerto de Málaga es una vieja ambición que se remonta a la época de alcaldía de Pedro Aparicio. Una de las primeras actuaciones del ex alcalde socialista fue, en 1979, comunicar al Gobierno el interés de la corporación por rescatar los muelles 1 y 2. Pero tras años de discusiones sin avances significativos, el Plan Especial del Puerto no se aprobó hasta julio de 1998, por unanimidad de los grupos políticos representados en el Ayuntamiento. Casi dos años después, en marzo de 2000, la sociedad creada para gestionarlo, en la que participan Ayuntamiento, Puerto, Junta y Unicaja, adjudicó la ejecución del parque de ocio al grupo británico Cherlverton. En agosto de 2000, el alcalde de Málaga aprobó por decreto una serie de modificaciones, y cuando se sometió a información pública se produjo un aluvión de alegaciones que cuestionaban la excesiva edificabilidad en el recinto. El Puerto culpó a la Gerencia Municipal de Urbanismo de un error en la interpretación de los planos, y ésta a su vez imputó a la Autoridad Portuaria que había sobrecargado el proyecto de edificios. El 3 de noviembre de 2000 Linde pidió que se suependiera el proceso y el alcalde estuvo de acuerdo. 11 meses han nececitado para ponerse de acuerdo.
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