El Supremo de EE UU rechaza frenar el proceso a Microsoft
El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó ayer una apelación de Microsoft, líder mundial de programas informáticos, en la que pedía que se anularan las sanciones que se le impondrán por violar las leyes de la competencia en el mercado. Microsoft había recurrido la anterior sentencia, que consideraba demostrada su culpabilidad, aunque eximía a la multinacional que preside Bill Gates del castigo de tener que dividirse en dos.
Sin ningún tipo de comentario, la máxima instancia judicial de Estados Unidos rechazó revisar el fallo del Tribunal de Apelaciones, en el que recae la competencia de imponer un castigo a Microsoft. Ese tribunal dictaminó el pasado 28 de junio que la empresa domiciliada en Seattle (estado de Washington) violó las leyes antimonopolio estadounidenses. Sin embargo, rechazó parte de un veredicto anterior, dictado por el juez Thomas Penfield Jackson, favorable a la división de la compañía. En su apelación, Microsoft argumentó que el primer veredicto estuvo muy influido por la actitud del juez Jackson, muy crítica hacia la compañía.
Acuerdo amistoso
El caso Microsoft recae ahora en un juzgado federal menor, que debe determinar el castigo que impone a la empresa. Esta solución solamente se hará efectiva en caso de que las dos partes en conflicto -Microsoft y el Gobierno estadounidense, autor de la demanda contra el gigante informático- no alcancen un acuerdo. La juez Colleen Kollar-Kotelly, encargada en la actualidad del asunto, instó a las partes a iniciar conversaciones para solucionar el conflicto. Si las discusiones no prosperan, la juez estudiará a partir del próximo el 11 de marzo las posibles sanciones a Microsoft.
El proceso contra el gigante informático se inició en 1997, cuando el Departamento de Justicia de Estados Unidos, junto con otros 18 Estados, presentó una demanda contra la compañía por violar las leyes antimonopolio al integrar su navegador con el sistema operativo Windows.
