El alcalde que hace de 'canguro'
Un edil prohíbe que los menores de 16 años estén en la calle los días lectivos a partir de las once de la noche
'Éste es un pueblo en el que funciona mucho el hablerío (cotilleo) y si alguien ve que un policía me mete en el coche y me lleva a casa van a pensar que soy un delincuente, que estaba fumando o haciendo algo malo; y eso no habrá quien lo pare'. José Daniel Ojeda, de 15 años, expresa con claridad y enfado la ordenanza municipal que el alcalde de Agüimes (al sur de Gran Canaria), Antonio Morales, aprobará a finales de este mes gracias a la mayoría absoluta y con la que prohibirá a todo menor de 16 años estar en la calle a partir de las once de la noche durante los días lectivos.
La iniciativa, que ha levantado gran expectación, ha recibido el apoyo de la mayoría de los vecinos con hijos en esas edades (unos 8.000) 'para mantenerlos alejados del vicio' y ha sido calificada de 'loable' por los fiscales de menores de Canarias. El consejero de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno de Canarias, Marcial Morales, ha calificado 'interesante y oportuno' el debate suscitado a raíz del anuncio de la medida y la política social del alcalde de Agüimes ha sido calificada de 'ejemplar' por la Dirección General de Drogodependencias. Sin embargo, algunos abogados opinan que puede ser anticonstitucional y contraria a la ley y que podría constituir un delito por coacción.
Hay madres de menores de 16 años en esta localidad que opinan lo contrario, como María Manuela y María de los Ángeles: 'Esta medida sólo puede molestar a los padres que no se preocupan de la educación de sus hijos', comentan. 'Éste es el pueblo más tranquilo de la isla', sobre todo desde que quitaron los chiringos (unos kioskos de metal que sólo despachan bebidas y que ponen la música al máximo volumen).
Agüimes, con 22.000 habitantes, tiene dos zonas bien diferenciadas, Arinaga, un polígono industrial en la costa, y el casco, en las medianías, un lugar limpio, tranquilo y con las calles llenas de esculturas. Entre los servicios que se ofrecen a los vecinos están la piscina climatizada, canchas deportivas, bibliotecas y una amplia actividad cultural y social. 'Necesitamos un cine y un circuito para bicis', comentan José Miguel López, Aaron González y Juan José González, que tienen entre 13 y 15 años. 'A los que de verdad sufrieron a Franco no les gusta esta medida, les parece volver a lo de antes', añaden convencidos. Ellos dicen que sólo obedecerán las órdenes de sus padres. '¿Y qué va a pasar si tu padre te manda a Fefa a comprar tabaco o unas hamburguesas y te detienen?', preguntan. Sin embargo, reconocen, sin dar nombres, que tienen compañeros que apenas van a clase y que están hasta muy tarde en la calle.
El alcalde también tiene un hijo de 13 años que le ha dicho que 'van a pagar justos por pecadores'. Pero el edil intenta tranquilizarle: 'La Policía del Menor actuará sólo en casos reiterativos, cuando están en sitios conflictivos e informarán a Servicios Sociales y a los padres'. Y explica el motivo de la medida: 'Un niño que tiene que estar en el colegio a las ocho de la mañana no puede estar en la calle a la una de la madrugada, porque entonces no rinde'.
Morales dice que la ordenanza 'está amparada en la Ley del Menor' y que se debatirá en asambleas con vecinos y colectivos juveniles hasta que se apruebe a finales de mes. 'Me pone los pelos de punta que alguien hable de toque de queda, porque nosotros luchamos contra las pistolas hace muchos años'. La ordenanza contempla además la prohibición absoluta de publicidad con marcas de alcohol o tabaco en cualquier acto.
De lo que no cabe duda es de que el debate está servido. 'Aquí los únicos culpables son los padres irresponsables, no los hijos', dice Alberto, de 21 años, que trabaja de operario de la Televisión Local de Agüimes. Sebastián, de 20 años padre de una niña, asegura que alguna vez se han visto a menores de tres años desnudos en las calles de Arinaga todo el día y opina que la ordenanza municipal podrá ayudar a que algunas familias se replanteen que la educación de sus hijos no acaba en el colegio.
Antonia y Ana, madres de niños de 6 años, opinan que había que hacer algo con los menores que diariamente estaban hasta las once o doce de la noche fuera de casa. 'Los padres son responsables hasta que los hijos alcancen los 18 años y hubo un tiempo en el que las pandillas molestaban a los mayores, incendiaban contenedores y papeleras y rompían cristales, pero eso ya pasó', recuerdan. 'El que ya obedece a sus padres y está bien educado no tendrá nada que temer', según José González y Elena, padres de chicos de 16 años, que esperan que la medida se extienda a toda la comarca de Ingenio, Agüimes y Santa Lucía.
Mientras, los agentes de la Policía Local ya son objetivo de chascarrillos. Cuando los chicos pasan a su lado les comentan: 'A las once en casa ¿eh?'.
Más que una anécdota
Antonio Morales, 45 años, es alcalde desde 1987, cada vez con una mayoría absoluta más abultada. Lidera Roque Aguayro (en memoria del roque donde han aparecido yacimientos de pobladores prehispánicos), un grupo vecinal de izquierda que concurre a las elecciones del brazo de Coalición Canaria (CC). Su salto a la fama partió por abrir un debate en la sociedad agüimense sobre 'la apatía, violencia, el alcohol y el consumismo generalizado en los jóvenes'. Ha apostado por una política preventiva y por un modelo de futuro para todos los vecinos. Reconoce que no hay actos de vandalismo, alcohol, o drogas en Agüimes con los que quiere acabar. En los últimos días ha hablado para emisoras de radio de toda España. 'Hay un sentimiento generalizado de que algo pasa con los jóvenes, pero nadie proponía ninguna medida', afirma. Por eso, su iniciativa en Agüimes 'no quedará como una anécdota', asegura.
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