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La Ertzaintza frustra la 'toma' de Durango por un grupo de encapuchados

Dos patrullas sufrieron ataques con 'cócteles'

El terrorismo callejero reapareció ayer de modo organizado en las calles de la localidad vizcaína de Durango, en un intento que la policía vasca abortó en sus inicios, pero que tiene todos los visos de haber podido asemejarse a la noche de terror que, en plenas fiestas, vivió el 3 de junio el municipio guipuzcoano de Bergara.

La Ertzaintza tuvo indicios de que algo estaba en preparación cuando poco después de medianoche un grupo de encapuchados empezó a cerrar los accesos a una zona céntrica cruzando contenedores en llamas en una calle que desembocaba en ella.

Según un portavoz de la policía vasca, la rápida aparición de las primeras patrullas dispersó a los saboteadores hacia otras calles próximas, no sin antes lanzar un artefacto incendiario contra el primer vehículo policial que apareció y contra otro que se encontraron luego a su paso, antes de disolverse. Uno de los coches policiales sufrió daños por salpicaduras de ácido y ennegreciimiento por el humo, al igual que un cajero automático del BSCH.

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La policía autonómica vasca no tiene la impresión de que se tratara en esta ocasión de una emboscada dirigida a los agentes que acudían ante los primeros incidentes. Esa fue la táctica usada en pasado 5 de agosto en Portugalete, cuando dos ertzainas resultaron abrasados después de que un grupo organizado de saboteadores provocara con incidentes callejeros su presencia para una primera inspección.

Los especialistas de la policía vasca creen más bien que en el intento de la madrugada de ayer los violentos perseguían atrincherarse en una zona céntrica de la ciudad, donde se celebraban las fiestas de San Fausto, impidiendo la entrada de la policía en ella para luego sembrar el terror. Éso indica el material incendiario -25 cócteles mólotov y otros tantos cohetes pirotécnicos- que los agentes localizaron más tarde escondidos en las cercanías, preparado para usar de haber conseguido los saboteadores hacerse fuertes en la zona.

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Un portavoz de la policía autonómica señaló que el grupo, que se dispersó y no volvió a reagruparse y desistió del intento, quería 'cerrar el acceso por varias calles a una zona y dentro de ella campar a sus anchas, pero la rápida intervención policial se lo impidió', informa Efe. Durante los incidentes, no se produjeron heridos ni detenidos.

La Ertzaintza, sobre la que se han centrado desde hace meses ataques a bienes y episodios de violencia callejera, algunos de ellos convertidos en emboscadas mortales, como la que costó la vida en Hernani al agente Iñaki Totorika, ha mantenido durante todo el verano dispositivos tanto preventivos como reactivos en localidades y fechas consideradas 'calientes' o propicias a la actuación del terrorismo callejero .

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