Compras y ventas en el día no siempre rentables
La primera aportación del Arzobispado en Gescartera (100 millones de pesetas) se realizó, según la información remitida al Congreso, el 23 de agosto de 1996. Cuatro días después, Gescartera compró (o apuntó que compraba) 250 acciones de Tabacalera para el Arzobispado. Apuntó en el 'debe' 1.254.400 pesetas. Vendió (o apuntó que vendía) esas 250 acciones el 4 de septiembre, y apuntó en el 'haber' 1.268.044 pesetas. La ganancia fue de 13.644 pesetas. La segunda compra, mil acciones de Iberdrola por 11,6 millones de pesetas el 28 de agosto, fue casi a largo plazo: la venta está apuntada el 11 de septiembre y, además, con pérdidas de 439.000 pesetas.
Con Telefónica, el 2 y el 3 de septiembre, empiezan las operaciones intradía: Gescartera apunta una compra-venta de 2.000 acciones de Telefónica el día 2 y de 5.000 título el 3. El primer día se punta una ganancia de casi 50 millones de pesetas y el segundo otra de unos 35 millones.
Se da la circunstancia de que para realizar operaciones intradía no hay que desembolsar el volumen global de la inversión sino que se opera por diferencias. Además, durante los tres años en los que el Arzobispado de Valladolid tuvo su cuenta en Gescartera, la mayor parte del dinero figuraba como un saldo en efectivo. ¿Qué hacía Gescartera con todo ese efectivo? Ni consta ni parece que al ecónomo Enrique Peralta le preocupara lo más mínimo.
Aunque la práctica totalidad de las compras y ventas que, reales o ficticias, consta que hizo Gescartera para el Arzobispado fueron en renta variable, hay media docena de operaciones de compra-venta de obligaciones de Hidrola y de Iberdrola. Pero esas operaciones también son intradía, es decir, tienen el mismo perfil especulativo que las de renta variable. En todo caso, esas compra-ventas de renta fija sólo ocurrieron en 1996.
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