La energía solar tendrá la misma relevancia que la convencional en 50 años
El Nobel de Física elogia a una firma malagueña
El premio Nobel de Física 2000, el bielorruso Zhores Alferov, aseguró ayer en Málaga que la energía solar gozará de una importancia similar a la de la energía convencional dentro de unos 50 años. El científico alabó la actividad de la empresa malagueña Isofoton, segunda del sector en Europa y entre las diez primeras del mundo. La compañía malagueña es la única de las tres que trabajan en España que ha desarrollado una tecnología y maquinaria propia.
Alferov señaló que el sector sigue dominado por empresas de Estados Unidos y Japón. No obstante, el físico bielorruso, que comparte galardón con el alemán Herbert Kroemer y el científico estadounidense Jack Kilby, aseguró que las compañías europeas se están desarrollando 'muy rápido' y con 'muy buenas ideas'. Isofoton, que culminará este ejercicio con una facturación de 8.000 millones de pesetas, destinará 800 millones a Investigación y Desarrollo para fortalecer sus sistemas.
El reto del sector europeo es 'aumentar la eficacia de sus tecnologías y disminuir los costes', matizó el científico, que fue investido el pasado lunes doctor honoris causa por la Universidad Politécnica de Madrid. Con la tecnología actual, un sistema de captación de energía solar para una casa rural necesita 3 ó 4 paneles de 72 obleas (pequeñas celdas encargadas de captar la luz), módulos que producen 110 vatios de energía eléctrica cada uno. El precio aproximado es de un millón y medio de pesetas.
A pesar de que el precio no parece estar al alcance de la mayoría, desde que en 1981 Isofoton comenzara su actividad, la compañía ha reducido los costes un 40%. En el mismo periodo, el rendimiento de los sistemas receptores de luz solar se ha incrementado un 30%. El factor principal de esta mejora es que los paneles fotovoltaicos (fabricados con silicio) sufren un índice mínimo de reflexión de la luz que recibe, por lo que aprovechan al máximo los rayos solares.
Isofoton, el Instituto de Energía Solar de la Universidad Politécnica de Madrid y el Ioffe, instituto ruso de investigación en física, mantienen un convenio de colaboración. Las líneas de investigación son: la búsqueda de nuevos materiales para fabricar las células que captan la luz y reducir el espesor de estas células. El director general de Isofoton, José Luis Manzano, afirmó que el hecho de que se busquen nuevos materiales no significa que las obleas de silicio no puedan ser mejoradas, aunque a un ritmo inferior a la optimización de los últimos años.
Los expertos consideran que la mejora de los actuales sistemas de energía solar es fundamental para el desarrollo del tercer mundo, cuyos tejidos eléctricos convencionales son mínimos. La producción de Isofoton ha experimentado un notable incremento en los últimos años. Ahora, la firma tiene una capacidad de producción de 18 megavatios, es decir, para proporcionar electricidad a un millón de personas.
20 años para llegar a la vanguardia
La empresa malagueña Isofoton, SA, comenzó su andadura en el campo de la energía solar en 1981 para aplicar al terreno industrial un proyecto de la Universidad Politécnica de Madrid. Este trabajo contemplaba el proceso tecnológico de fabricación de células fotovoltaicas, que captan la luz solar y la convierten en energía eléctrica. La empresa, nutrida con científicos de la universidad de Málaga, la de Sevilla y la Politécnica de Madrid, ha desarrollado una tecnología y una maquinaria propia para la fabricación de células y módulos fotovoltaicos. Las células, llamadas obleas, son unas celdas de silicio de 10,3 centímetros cuadrados con la función de atrapar la luz solar. Los módulos tienen diferentes tamaños según el número de obleas que contienen. Por ejemplo, un módulo con 108 obleas produce 165 vatios, otro de 72 celdas rinde hasta los 110 vatios y a partir de un panel con 36 obleas se obtienen 55 vatios. La factoría de Isofoton, ubicada en Málaga, además del sistema fotovoltaico, dio el salto en 1985 e incorporó sistemas térmicos. Así, se convirtió en la única firma del mundo que desarrolla ambas tecnologías. En ese mismo año, Isofoton adquirió la tecnología líder en aquella época en la fabricación de células fotovoltaicas: ARCO (EE UU). Tras la fusión, aparece un nuevo proceso industrial más avanzado que, con el paso de los años, ha situado a Isofoton en el segundo puesto del sector en Europa y entre las diez primeras compañías del mundo. El producto estrella de la factoría, las obleas, se incorporó a su cadena productiva en 1997. En España existen actualmente tres factorías de energía solar. La de Málaga, otra planta en Madrid de la empresa BP y una tercera en Valencia, cuyo propietario es Astra Solar. Sin embargo, estas dos últimas firmas no fabrican obleas sino que trabajan el laminado y ensamblado. Ambas fábricas funcionan con tecnología del exterior. Las aplicaciones de los sistemas fotovoltaicos son diversas: iluminación pública, electrificación rural, telecomunicaciones, abastecimiento de agua, calefacción por suelo, agua caliente y climatización de piscinas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.