La total destrucción de la fábrica incendiada en Arganda dificulta la búsqueda del obrero desaparecido

Siete dotaciones de bomberos del servicio de Emergencias 112 continuaron durante todo el día de ayer la búsqueda de Manuel Piélago, de 56 años, uno de los dos obreros desaparecidos en la tarde del lunes al incendiarse la fábrica Campocarne, perteneciente al grupo Campofrío. En el incendio de esta gigantesca nave de 16.000 metros cuadrados, ubicada en la linde de Arganda del Rey con Rivas-Vaciamadrid, murió un compañero de Piélago, Miguel Ángel Escudero, de 35 años y padre de un niño de 15 días. El cuerpo carbonizado de Escudero fue hallado por los bomberos a la 1.05 de ayer. En un principio, fuentes de la Cruz Roja aseguraron que el cadáver de Piélago también había sido localizado, pero anoche todavía no se había recuperado el cadáver.

La fábrica quedó totalmente carbonizada. El hedor desprendido por los cadáveres de los más de 1.000 cerdos almacenados en la nave dificultó las labores de rescate, al desorientar a los perros adiestrados en la búsqueda de personas entre los escombros.

Un portavoz de Emergencias 112 advirtió de que la localización del cuerpo de Manuel Piélago será 'larga y complicada', por la gran cantidad de cascotes y hierros retorcidos en los que se convirtió la planta, y adelantó que el trabajo de desescombro 'puede durar horas o prolongarse durante días'. En el momento de iniciarse el fuego, que pudo tener su origen en un cortocircuito en una sala en obras, había en la nave 80 trabajadores. El cadáver de Miguel Ángel Escudero permanecía ayer en el tanatorio municipal, a la espera de que le sea realizada una prueba de ADN para confirmar su identidad.

El socialista Pedro Díez, alcalde de Arganda -donde vive, según dijo, 'el 90% de los trabajadores' de la fábrica incendiada-, adelantó ayer que pedirá a Campofrío que prevea la 'reconstrucción de la nave cuanto antes y en el mismo lugar'. La planta se encuentra justo en el límite entre el término municipal de Arganda y el de Rivas-Vaciamadrid, al que pertenece. El concejal de Medio Ambiente de Rivas, Alfredo Pelegrín, aseguró a este periódico que su alcalde, Fausto Fernández (IU), se reunió con el comité de empresa de la fábrica siniestrada y prometió a los trabajadores que el suelo en el que se alzaba la nave seguirá siendo de uso industrial (para evitar una posible especulación con los terrenos) y que él apoyará la reconstrucción de la planta en el mismo lugar.

Por el momento, los obreros de esta fábrica de Campocarne serán trasladados a otras plantas que el grupo tiene en la región, según explicó un portavoz del comité de empresa. Por su parte, Campofrío lamentó en un comunicado la muerte de Miguel Ángel Escudero y la desaparición de Manuel Piélago y subrayó que el siniestro no supondrá un perjuicio económico sustancial para la empresa. La fábrica incendiada, que comenzó a funcionar el pasado enero, había costado más de mil millones de pesetas y era una de las más modernas en el sector cárnico.