Temor a la guerra
La aparente inminencia de un conflicto bélico ha puesto en guardia a los mercados financieros, en los que la guerra, por muy justa que se venda, suele provocar la retirada de los inversores.
Los profesionales del mercado ya esperaban, no obstante, una jornada vendedora como consecuencia de las subidas anteriores y porque los gestores de carteras cuentan con un mes completo por delante para rendir cuentas, una vez concluido septiembre.
Los datos económicos estadounidenses han mantenido las dudas sobre la capacidad de recuperación de aquella economía, aunque no han sido tan malos como esperaban los analistas. El índice de actividad de los gestores de compras para el mes de septiembre bajó a 47 puntos, desde 47,9, pero como las expectativas apuntaban a una caída hasta los 45 puntos, incluso había motivos para la celebración. En agosto, los gastos personales seguían subiendo, a pesar de que los ingresos se mantuvieron estables, lo que también tenía posibilidades para una lectura positiva. Sólo el posible inicio de un conflicto bélico pesaba sobre unos mercados muy lastrados por los problemas a lo largo de todo este ejercicio y ni siquiera en Estados Unidos encontraron motivos para celebrarlo.
En las primeras horas de sesión, la Bolsa de Nueva York bajaba más de 100 puntos, coincidiendo en la tendencia con los mercados europeos, que a lo largo de todo el día mantuvieron una orientación negativa. Madrid perdió el 1,58% y el Ibex 35 el 1,65%, con los valores bancarios y el grupo Telefónica como protagonistas destacados de los recortes.
