Zaplana detrae 9.511 millones de inversión para pagar gastos corrientes y recorta el dinero a obras nuevas

El Consell que preside Eduardo Zaplana ha tenido que detraer un total de 9.511 millones de pesetas del capítulo de inversiones del presupuesto de la Generalitat de 2001 para pagar gastos corrientes. El periódico Cinco Días señaló ayer que el consejero de Economía, Vicente Rambla, ha recortado en un 28% el capítulo de inversiones para intentar acabar el año con déficit cero. El cierre del presupuesto anual, con fecha de 3 de septiembre pasado, supone la exclusión automática de 36.984 millones de pesetas. Esta reducción en las inversiones se suma al recorte del 2,34% que el Consell aplicó al presupuesto inicial de inversiones directas.

Según el citado rotativo, la situación es especialmente grave en la Consejería de Sanidad, ya que hasta el 31 de agosto pasado sólo había invertido 1.954 millones de pesetas y sólo tiene autorización para gastar a final de año 7.730 millones de pesetas, cifra que sólo representa el 35% del presupueto inicial destinado a inversiones en este departamento que dirige Serafín Castellano.

En el presupuesto de la Consejería de Sanidad de este año, que tenía un presupuesto de inversiones de 22.094 millones de pesetas, estaba prevista la construcción de 37 centros de salud, de los que un total de 23 ya procedían del ejercicio anterior y estaban por ejecutar.

Este recorte en las inversiones del Consell debería permitir afrontar el gasto de otros capítulos, como el gasto farmacéutico, que en los siete primeros meses del año ya había consumido el 93% del presupuesto calculado.

Las restriccciones en las inversiones para afrontar el descontrol del gasto no evitaron que el déficit de caja de la Generalitat alcanzase a finales de agosto los 346.870 millones de pesetas, una cifra que dobla, prácticamente, la cantidad registrada el 31 de diciembre de 2000.

A pesar de las medidas drásticas adoptadas por el Consell, el consejero de Economía, Vicente Rambla, negó que el Gobierno central hubiese dado ninguna indicación de aplicar un plan de saneamiento de las cuentas públicas de la Generalitat. Rambla aseguró que el Gobierno valenciano ejerce sus competencias como estima oportuno, dentro de su autonomía financiera.