Cae el telón

El escenario del Social Antzokia de Basauri ha perdido la ilusión de los 40 alumnos que cada año estudiaban en la Antzerki Eskola, la escuela de teatro más antigua de Euskadi. Y es que este centro subvencionado por el Gobierno vasco que desde 1978 ha formado a unos 1.300 artistas -entre ellos Alex Angulo, Unax Ugalde o Adolfo Fernández- no ha abierto este curso por culpa de un litigio con el Ayuntamiento. La dirección ha iniciado un contencioso administrativo: la decisión de echarles del edificio adosado al Social Antzokia donde permanecieron durante siete años es, según defienden, competencia del pleno, un órgano que nunca debatió su situación.

El silencio pesa en los camerinos y en las cuatro aulas repartidas entre las tres plantas del bloque anexo al teatro municipal donde hace siete años se trasladó esta escuela. Había finalizado su peregrinaje por distintos colegios y sus responsables vieron realizado uno de sus sueños. 'Al fin una escuela de teatro estaba donde tiene que estar: en el teatro. Cumplíamos todos los requisitos de cualquier manual de gestión teatral', recuerda su director, Paco Hernando, quien a sus 20 años participó en la fundación de esta academia reconocida como asociación cultural por el Gobierno.

Los alumnos que no finalizaron el ciclo formativo en julio han sido trasladados a la Escuela de Teatro de Barakaldo

Sin desavenencias

Este lustro y medio dejó su huella. Fueron muchos los estudiantes que trabajaron como artistas antes de titularse y compañías hoy destacadas dentro de la escena vasca, como Markeliñe, Kukubiltzo, Txamuskina o Txusma Teatro, fueron fundadas en esta época por antiguos alumnos. Pero en los bajos del mismo inmueble donde tan pronto sonaban tambores africanos como lloraba Bernarda Alba se instalaron también las oficinas administrativas del Social Antzokia.

Los profesores y estudiantes nunca apreciaron ninguna desavenencia. Tampoco supieron que todos los grupos municipales de Basauri decidieron en mayo del año pasado que la Antzerki Eskola había de abandonar el Social, hasta que el director recibió una carta del alcalde, Rafael Ibargüen, conminándole a que lo hiciera en dos meses.

El mandatario del PNV lamentó que la escuela y las oficinas no pudieran compartir un mismo espacio: los artistas metían demasiado ruido, sus clases no tenían un horario fijo y corría el peligro de que olvidaran cerrar la puerta del teatro. La fundación casa de cultura, por otra parte, también necesitaba nuevas dependencias.

En principio, el Ayuntamiento ofreció a la academia una subvención de dos millones con la que costear el alquiler de una nueva sede. Más tarde planteó su traslado al antiguo colegio San Fausto, un centro situado a escasos metros de distancia del Social donde la Institución local invirtió más de un millón en adaptar sus aulas. Aunque profesores y estudiantes aceptaron inicialmente la propuesta, la rechazaron varios meses después. 'En aquel ambiente tenso, o cogíamos el colegio o nos íbamos a la calle. Pensamos que era una forma de ganar tiempo y poder abrir una mesa de diálogo para tratar el sin sentido de nuestra expulsión. Porque todavía hoy no sabemos por qué nos echaron', destaca Paco Hernando, actor de 45 años.

El director acude cada día al edificio de la antigua Antzerki Eskola para empaquetar los últimos bártulos. Los alumnos de Basauri que no finalizaron el ciclo formativo en julio han sido trasladados a la Escuela de Teatro de Barakaldo, donde les han sido convalidadas todas las asignaturas, mientras que la mayoría de sus doce profesores tratan como pueden de salir del paro.

Sin mimo

Este curso no habrá aprendices de mimo en Basauri, ni adolescentes que sueñan con convertirse en cómicos, pero tal vez el centro reabra sus puertas en un futuro. El grupo local del PSE-EE ha encontrado en sus archivos el proyecto de reforma del Social Antzokia que certifica que el edificio anexo a este escenario municipal fue creado para proporcionar a la Antzerki Eskola un local permanente.

La aparición de este documento ha hecho que PSE-EE y PP -grupos que forman junto a EH una oposición mayoritaria- se replanteen si fue acertada su decisión de obligarles a desalojar su sede.

El resto de las formaciones no lo ven tan claro. Aunque consideran que Basauri merece una escuela de teatro, PNV, IU, EA y EH achacan a la dirección que se haya negado al diálogo para evitar el cierre, un extremo que sorprende a sus responsables. El alcalde defiende que el Ayuntamiento 'no ha promovido nada' para propiciar la clausura. 'En julio les pedimos por escrito que eligieran un interlocutor y su única respuesta ha sido iniciar un pleito. No han tenido ni la educación necesaria para contestarnos', sostiene Ibargüen.