Alemania planea poner en órbita un satélite de espionaje propio

El ministro alemán de Defensa, Rudolf Scharping, quiere dotar a su Ejército de un satélite propio de espionaje para aumentar su capacidad de reacción y admite que la red del terrorismo internacional en Alemania es mayor de lo temido. Según informó ayer el dominical Welt am Sonntag, Scharping se propone presentar la próxima semana un completo programa para reforzar al Ejército en situaciones de crisis.

Entre los capítulos previstos figura el lanzamiento de un satélite de espionaje para Alemania, que podría entrar en funcionamiento en 2004 y cuyo coste sería de 350 millones de euros (58.235 millones de pesetas). El Gobierno alemán aprobó esta semana un presupuesto especial para reforzar la lucha antiterrorista de 1.500 millones de euros, la mitad de los cuales irá a Defensa, mientras que el resto será para los departamentos de Exteriores, Ayuda al Desarrollo y Justicia. El conjunto de medidas, que se financiará con el aumento de los impuestos sobre el tabaco y los seguros, abarca la seguridad en aeropuertos y las embajadas de todo el mundo, los servicios de espionaje interior y el control de las fuentes de financiación del terrorismo internacional.

Scharping ha admitido, en declaraciones a Welt am Sonntag, que los últimos acontecimientos han puesto en evidencia que las redes del terrorismo internacional están 'más diversificadas por todo el mundo y son más peligrosas y herméticas' de lo que se temía.

Según el rotativo, el Gobierno de Berlín teme que se estén preparando atentados también en territorio alemán. El pasado viernes fueron detenidos en Wiesbaden tres presuntos integristas -un turco y dos yemeníes-, de los que la Fiscalía federal sospecha que tramaban actos violentos en Alemania. Los tres individuos, de edades comprendidas entre los 24 y los 27 años, residían desde hacía años en el país, según informó ayer el departamento federal de investigaciones criminales (BKA). Según diversos medios, en el FBI crece entretanto la sospecha de que los atentados de Nueva York y Washington fueron preparados desde Alemania.