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Alumnas de fe musulmana son obligadas a llevar velo en Málaga

Colegios públicos de Málaga llevan varios años impartiendo esta asignatura en horas lectivas

Luis Gómez

La provincia de Málaga ha vivido la experiencia de varios años de clases de religión islámica en las escuelas públicas, a pesar de que el Ministerio de Educación sostiene que en España no se ha dado tal enseñanza en horario lectivo. Pero entre 11 y 15 profesores han cubierto dicha asignatura justamente en Málaga, según ha podido saber este periódico, profesores designados en su mayoría por el imán de Fuengirola, célebre en su día por editar un libro que justificaba el castigo corporal a la mujer. Algunos de los profesores han impuesto el velo a las niñas, prohíben el uso del chándal y jugar con los Pokémon.

Oficialmente, el curso que acaba de comenzar tendrá clases de religión islámica en las escuelas públicas por primera vez, con profesores cuyo salario será abonado por el Ministerio de Educación. Oficialmente, hasta el momento, no han podido generalizar la enseñanza de dichas asignatura por el desacuerdo entre las diferentes comunidades islámicas españolas a la hora de proponer una lista de profesores. 'Si acaso', dicen fuentes del ministerio, 'puede haber habido alguna experiencia en algún colegio como una actividad extraescolar y a demanda de las asociaciones de padres o bien por el consentimiento de las autoridades educativas de una comunidad autónoma'. Sin embargo, la realidad no se corresponde con la oficialidad.

Al menos en Málaga se han estado impartiendo clases de religión islámica en los colegios públicos durante los últimos tres años. Y en horario escolar. Unos 15 profesores, porque la delegación provincial no dispone de una contabilidad exacta, han impartido esta clase en horario lectivo, la mayoría de ellos designados por el imán de Fuengirola, Mohamed Kamal, y algunos de los cuales no cumplen los requisitos que solicita Educación (titulación o, por ejemplo, tener conocimiento de la lengua española).

Aproximadamente, 500 alumnos han recibido estas clases, la mayoría de origen marroquí, aunque también se daban casos de musulmanes originarios del Este de Europa. La experiencia, según funcionarios de la delegación provincial que han podido conocer esta realidad o han tenido conversaciones con los directores de los colegios, ha sido dispar. Los hechos más graves tienen que ver con el comportamiento de algún profesor: los hay que han impuesto en sus clases el uso del velo a las niñas, se han producido casos de malos tratos, una profesora llegó a prohibir a los niños jugar con el Pokémon porque lo consideraba pecado.

'Se ha dado el caso', dijo a este periódico un profesor que no quiere ser identificado, 'de niñas que han llegado a la clase de educación física poniendo objeciones al uso del chándal o a ponerse un pantalón, como consecuencia de las instrucciones que recibía en clase de religión. Niñas que no usaban el velo han comenzado a usarlo como consecuencia de estas clases, niñas que han nacido en España, de origen marroquí, y que no usaban esta tradición, que suele ser más oriental'.

Algunas de estas circunstancias obran ya en conocimiento de la inspección, pero resalta el desconocimiento de algunas particularidades de la actividad de estos profesores. Algunos colegios han expedido certificados de su actividad a lo largo de todo el curso, a pesar de que sus salarios tenían una procedencia externa. No les pagaba el ministerio, como reza la ley cuando se trata de clases en horario lectivo, sino entidades externas. Uno de estos profesores de religión islámica reconoció a este periódico que el año pasado cobraba por las clases el equivalente a 500 dólares mensuales, en dos pagos a lo largo de todo el curso, lo que equivalía, según la cotización del dólar, a una cantidad aproximada a las 900.000 pesetas en total. 'Venía un señor de Madrid, de la comunidad islámica, y nos pagaba con cheques nominativos. Nos decían que ese dinero venía de Arabia Saudí', dice el profesor. 'Este año, el imam de Fuengirola nos ha dicho que no esperemos este dinero y que sólo cobraremos los que seamos aceptados en la lista que se ha presentado al ministerio'. Según este profesor, la pasada semana, el imam de Fuengirola les dijo que dada la situación creada tras los atentados del 11 de septiembre, no era el momento adecuado para que se produjeran esos pagos externos.

Curiosamente, los profesores que han estado trabajando en Málaga han sido designados por dicho imam. En su mayoría son mujeres (sólo hay un hombre de Málaga y otro de Córdoba). Las reuniones con el imam se celebran por separado, nunca están juntos hombres y mujeres. Por otro lado, el imam, según la delegación, no es partidario de que sean mujeres las que den clase de religión a los alumnos de secundaria. Según el imam, es recomendable que a estos alumnos los traten hombres.

Problemas con el idioma

Mohamed Kamal, imam de Fuengirola, dice en una respuesta por escrito que 'en la práctica diaria en los colegios donde, desde hace varios años, vienen trabajando con los niños, no sólo imparten clases de religión islámica, sino que dan clases de apoyo a niños que en su primer año, hijos de inmigrantes, tienen dificultad con el idioma español y su adaptación e integración así lo aconseja, por lo que el número de horas lectivas son las mismas que las del resto de profesores de religión'. Uno de los profesores reconoce, sin embargo, que algunos de sus colegas deconocían el idioma español lo que creaba algún problema en clase 'porque había alumnos musulmanes de países del Este'.

Sobre el pago de estos profesores el imam dice que 'hasta ahora han venido realizando su trabajo de forma voluntaria y percibiendo pequeñas cantidades, no fijas, ya que provienen de donativos particulares y que no cubren mínimamente la dedicación de dichos profesores'. Tanto el imam de Fuengirola como los responsables del Centro Islámico (la mezquita de la M-30 en Madrid) han venido sistemáticamente negando la financiación exterior de esas actividades.

'El problema es que se difunda un islam contraproducente, como una armazón ideológica rígida, pero el ministerio no se entera', dice un miembro de una comunidad musulmana española.

Está previsto que este curso sea el punto de arranque de esta disciplina. El ministerio está evaluando una lista de 74 profesores, que darán clase en varias comunidades españolas.

Mohamed Kamal, imán de la mezquita de Fuengirola.
Mohamed Kamal, imán de la mezquita de Fuengirola.SERGIO CAMACHO

Sin libro de texto

El Estado español reconoce el derecho de los musulmanes a recibir clases de religión en la enseñanza pública desde 1992. Y en 1995, una orden ministerial describía las líneas maestras de un plan de estudios basadas en la paz, la tolerancia, el respeto y la integración. Sin embargo, esos acuerdos no han podido desarrollarse. El ministerio explica que las organizaciones islámicas nunca se habían puesto de acuerdo hasta este año en elaborar una lista de profesores, cuando otras comunidades religiosas como la evangélica o la judía lo hicieron en su momento y pueden impartir sus clases con normalidad. Fuentes de las comunidades musulmanas en España sostiene que ya en años pasados enviaron listas y que el ministerio miente. Otro problema es la falta de un libro de texto consensuado por las comunidades musulmanas. Por tanto, la materia que se imparte depende de cada profesor. Y por lo visto en Málaga, hay serias diferencias entre lo que enseña uno u otro. Un profesor utilizó unos textos con recomendaciones sobre limpieza, puntualidad al ir a clase, respeto a los compañeros y al profesor.Otro profesor utilizó otros textos, entre ellos, uno relacionado con la fornicación, que dice lo siguiente: 'Contó Abu Omama que un joven vino a ver al profeta Mohamed -la paz sea con él- y le dijo: '¡Enviado de Dios! Dame un permiso para fornicar'. La gente que estaba presenciando aquello regañaron al joven y le dijeron: '¡Cállate y ten vergüenza!'. El Mensajero de Dios les dijo: '¡Acérquenle!'. Cuando el joven hombre estaba muy cerca, el profeta le dijo con ternura: '¡Siéntate! ¿Quieres que lo hagan con tu madre?'. El joven le respondió: '¡No! ¡Por Dios! ¡Que Dios haga de mí tu rescate!'. En ese instante, el Enviado de Dios le dijo: '¡Nadie lo desea para su madre!' y le preguntó de nuevo: '¿Quieres que lo hagan con tu hija?'(...).

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