Arte entre las flores

El cierre nocturno del Retiro, que se hará efectivo desde mañana, lunes, ha permitido recuperar las exposiciones al aire libre de esculturas. La primera se puede ver ya desde este fin de semana en el paseo de Coches, gracias a la instalación de 24 obras de artistas contemporáneos de la talla de Chillida, Manolo Valdés, Barceló, Antonio López o Tàpies, entre otros.

La exposición pretende acercar al público el arte escultórico de finales del siglo XX con una serie de obras que hasta la fecha han permanecido en colecciones privadas o en los fondos de algunos museos y galerías. Otras han sido cedidas con carácter temporal por los propios artistas. Estas esculturas, que han podido ser contempladas este verano en los jardines del Palais Royal de París, llegan al Retiro gracias a una colaboración con la asociación de escultores de este centro francés, dependiente de los ministerios de Cultura y Comunicación de Francia, y al patrocinio de la Fundación Caja Madrid.

Las esculturas están colocadas alrededor del paseo de Coches. Sin embargo, el paseante, si transcurre por este camino de asfalto, se perdería gran parte de la exposición, ya que las obras se han repartido dentro de los jardines. De esta forma se ha intentado, según los organizadores, encontrar 'el paisaje más apropiado' para cada una de ellas. La exquisitez ha llegado a tal punto que el estanque de la Casita del Pescador cuenta con una obra. Se ha colocado ahí para aprovechar la lámina de agua del estanque. 'También hemos querido que el paseante las busque y se encuentre con ellas al caminar por los paseos del Retiro', señala el director del centro Conde Duque e historiador del arte, Juan Carrete.

Ayer se daban los últimos toques a la exposición, que será inaugurada el próximo martes. Esto motivó que parte de las obras estuvieran sin los carteles en los que se lee el nombre de la obra, su autor y los materiales con los que han sido fabricadas. Eso motivó la sorpresa de muchas personas que deambulaban por el Retiro. No comprendían en algunos casos el motivo por el que estaban colocadas las obras a lo largo de dos kilómetros del parque. La muestra empieza en la puerta de Madrid, frente a las Escuelas Aguirre, y llega hasta la de Sainz de Baranda.

La exposición pretende mostrar al paseante las diferentes tendencias que existen entre los artistas españoles con mayor renombre. 'No se trata de una exposición antológica al uso, sino que hemos hecho una selección de esculturas de gran tamaño que se puedan poner al aire libre de forma que los paseantes puedan ver a estos artistas con fama internacional', explica Carrete.

La galería Metta de Madrid ha cedido Unicornio de Laciana con cuatro moscas, obra de Eduardo Arroyo de 1999, realizada en piedra, plomo, madera y hierro. Esta escultura busca la reflexión crítica del espectador y una voluntad de denuncia con todo lo que le rodea.Eduardo Chillida expone Consejo al espacio VIII (2000), confeccionada con acero y perteneciente a la colección particular del artista. En esta obra se pueden ver los temas de reflexión propios de Chillida, como el límite en sus trabajos y el material como medio expresivo. Estos estudios contrastan con Martín Chirino, representado en el Retiro con la talla de bronce Fauno I (2001), que practica un mayor intimismo y una preocupación creciente por las calidades artesanales de la escultura. Profeta I (1998), de Francisco Leiro, expone la renovación de los lenguajes dentro de la tradición de la escultura como volumen. La captación del momento concreto y su plasmación de la realidad se puede ver en Hombre de pie (1999), de Antonio López.

Antoni Tàpies y su Campana (1995) buscan el poder evocador de las sensaciones que provoca en el espectador la sorpresa ante la paradoja de sus composiciones imposibles, donde los objetos y los materiales de diversas procedencias se unen con una aleatoriedad aparente. La obra está hecha en bronce, aleación de cobre, estaño, plomo y hierro.

Como contraste de la anterior destaca Masculino / femenino (2001), de Eduardo Úrculo. Este artista comenzó en los años ochenta una serie de obras con hombres en actitud contemplativa o grupos de personas que dan la espalda al espectador.

La última exposición importante de esculturas al aire libre en el Retiro se celebró en 1981, según recuerda Carrete. Era una retrospectiva del artista británico Henry Moore, con 230 esculturas, 240 dibujos y 120 grabados, que abarcaban los 60 años de creación artística.