Críticas unánimes de la oposición a la Generalitat por la imposición de la línea

Con argumentos durísimos, toda la oposición, incluido el PP, reprochó ayer al Gobierno de CiU la imposición al Ayuntamiento de Llagostera de la línea de alta tensión de Les Gavarres. ERC fue muy contundente y acusó a la Administración catalana de ser 'fuerte con los débiles y débil con los fuertes'. Los republicanos van más allá y han presentado en el Parlament una proposición no de ley que reprueba la actitud de la Generalitat en este caso. El pleno de Llagostera aprobó por unanimidad -incluidos los votos de CiU- un manifiesto que rechaza el acuerdo del Gobierno catalán.

El pleno se realizó en el casino y tanto Entesa per Llagostera, en el gobierno, como CiU, en la oposición, apoyaron el manifiesto. El escrito rechaza la imposición de la línea, critica que la noticia fuera conocida antes por Fecsa y por la prensa que por el Ayuntamiento, considera desproporcionado el despliegue policial e insiste en que la solución debe ser el trazado alternativo propuesto por el consistorio.

El texto remitido por ERC al Parlament reprueba que la Generalitat 'anteponga los intereses de una compañía privada por encima de las demandas del municipio de Llagostera' y en cambio 'no se aplique de forma contundente la capacidad sancionadora' sobre las eléctricas por los cortes de luz. ERC reclama un estudio sobre los cortes en el suministro eléctrico que ha padecido Cataluña en los últimos cinco años para fijar posibles indemnizaciones y busca el apoyo del Parlament al Ayuntamiento de Llagostera, al tiempo que reclama iniciar nuevas vías de negociación. El portavoz del partido, Josep Huguet, lamentó que el Gobierno catalán se haya 'arrodillado' ante el monopolio de Fecsa-Endesa y haya impuesto la línea.

En la misma línea, Joan Boada, portavoz de IC-V, calificó de 'grave irresponsabilidad' la imposición y aseguró que 'viola la democracia local'. Boada señaló que el Ayuntamiento de Llagostera 'es el único que ha buscado el consenso' y denunció que la Generalitat 'siempre haya estado del lado de Fecsa'. Reprochó al Ejecutivo que 'trate al país como una república bananera' o 'una finca particular' y atribuyó el apoyo a la électrica a 'favores como la venta casi fraudulenta de un edificio de Fecsa a la Generalitat por 400 millones'.

'Mala noticia'

Manel Nadal, del PSC, consideró la imposición del trazado una 'mala noticia' y, aunque preció que los socialistas 'querían la línea', lamentó que no se haya llegado a un acuerdo entre el consistorio, Fecsa y la Generalitat. Según Nadal, el Gobierno catalán 'ha roto las negociaciones' cuando el Ayuntamiento tenía un trazado alternativo que contaba con el apoyo de los vecinos. El diputado insistió en que 'si la línea era tan imprescindible y urgente [el Ejecutivo] 'ha tenido años para mediar', pero lo ha hecho 'tarde y mal', dando muestras de su 'pésimo estilo'.

La portavoz del PP catalán Alicia Sánchez-Camacho, también se sumó a las críticas a la Generalitat y lamentó que no se hubiera apostado 'más por el consenso', que se ha visto dificultado, a juicio de los populares 'por la prolongación en el tiempo del conflicto'. Sánchez-Camacho consideró 'prioritario' que se garantice el suministro eléctrico de las comarcas de Girona.