A la caza del talento

Sin pretender hacer juicios elitistas ni discriminatorios, lo que es un hecho es que hay niños a los que los números se les dan especialmente bien. ¿Quiénes son, dónde están? La Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, en colaboración con la Facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense, desarrolla un programa desde 1998 para detectar a estos pequeños talentos y estimular en ellos sus cerebros matemáticos.

No se trata de desarraigarlos de su entorno ni de completar con cursos intensivos lo que ya aprenden en la escuela. Lo que se intenta con este programa es orientarles y encauzar su especial dotación para las ciencias exactas de tal forma que no pasen inadvertidos y su capacidad extraordinaria pueda servir de provecho a la sociedad.

'En el futuro, estos chicos contribuirán al desarrollo cultural, científico y tecnológico del país', dicen los organizadores. La iniciativa está planteada con un formato que persigue que los alumnos se la tomen como una afición más, como la música o el deporte.

Los profesores del proyecto seleccionan a un grupo de 25 alumnos de 12 y 13 años y trabajan con ellos los sábados durante tres horas. En principio, la experiencia sólo se lleva a cabo en la Comunidad de Madrid. Se concibe como un proyecto piloto, que podrá exportarse más adelante a otras regiones. En otros países ya se hace algo parecido desde hace años.

Los organizadores piden a los padres y profesores que se pongan en contacto con el proyecto si consideran que sus hijos o alumnos tienen estas características. Pero, para que nadie se llame a engaño, avisan de que no siempre es fácil detectar cuándo un chico tiene talento extraordinario para las matemáticas. 'Son personas que están en un principio ilusionadas con la escuela, y luego pasan al aburrimiento, frustración y desinterés, que les conduce en muchos casos al adocenamiento y a la apatía, tras un período escolar de posible sufrimiento', se lee en la página web donde se encuentra toda la información al respecto: www.lanzadera.com/estalmat.

En esta web se insiste en que el programa no tiene nada que ver con una escuela de élite. No se trata de favorecer a unos pocos, más bien al contrario. Y se añade que no hacer nada por estos chicos contribuiría a que 'sólo se desarrolaran plenamente los potenciales de los que provienen de entornos sociales favorecidos'.

Los organizadores creen que cazar talentos es una buena inversión de futuro. Y además de las experiencias de otros países, como EE UU, citan al Instituto Obrero de Selección Escolar, fundado en 1932 por la pedagoga Laura Luque. La República se encargaba entonces de rescatar entre las clases sociales desfavorecidas a talentos que, por falta de medios económicos, podrían perderse para la ciencia. Aquellos alumnos, recuerda el catedrático Miguel de Guzmán, obtuvieron gran éxito y reconocimiento profesional.