Adolfo Domínguez apunta a los jóvenes
La firma de moda independiza la Línea U en un paso más hacia la diversificación
Adolfo Domínguez ha levantado su empresa y su marca sobre un público adulto y urbano. Desde hace tres años, y coincidiendo con su salida a Bolsa, la empresa de moda ha puesto todo su empeño en crecer fuera de España y diversificarse. El último paso ha sido dar independencia a la Línea U, dirigida a un público más joven que su cliente tipo, que tiene entre 30 y 45 años.
Las primeras cuatro tiendas de la gama juvenil de Adolfo Domínguez, para chicos y chicas de entre 17 y 25 años, han abierto sus puertas en Bilbao, Lugo, Figueras y Valencia. La empresa tiene ya contratos firmados para abrir otras 11 tiendas de ambas marcas este mismo año.
Adolfo Domínguez no ha tomado esta decisión a ciegas. La Línea U -de universitario- ha estado a prueba en las tiendas del grupo durante más de un año y suponen ya el 5,52% de las ventas de la compañía, según el último informe anual, presentado a los accionistas hace un par de meses. Es decir, 861 millones de pesetas.
Antes de abrir la primera tienda, la línea de ropa joven generaba el 5,52% de las ventas del grupo: 861 millones de pesetas
El informe aseguraba que la nueva red estaría formada por 30 establecimientos al acabar 2001, pero el nuevo objetivo es abrir unas 12 tiendas al año, aseguran fuentes de la empresa gallega. El grupo ya cuenta con una red de 160 puntos de venta, 100 de los cuales están en España y el resto en otros países europeos, Japón y Argentina.
La decisión de abrir nuevas tiendas supone un coste añadido. Un analista del sector estima que el coste de apertura de una tienda de Adolfo Domínguez ronda los 100 millones de pesetas. Cualquier tienda de moda, asegura, tarda entre dos y tres años en alcanzar una velocidad de crucero en sus ventas. Sin embargo, de los establecimientos abiertos de la nueva línea de Adolfo Domínguez, sólo uno es propiedad del grupo empresarial, mientras que el resto son franquiciadas.
La empresa está en pleno proceso de reorganización de la red de ventas con el único objetivo de sacar el mayor partido de cada establecimiento. A la vista de los últimos resultados, parece que lo está consiguiendo. Durante los seis primeros meses del año las ventas ascendieron a 52,2 millones de euros (8.685,35 millones de pesetas). Esto supone un incremento del 18% con respecto al mismo periodo del año anterior. El beneficio neto creció aún mas, un 49,9% hasta los 3,34 millones de euros (557 millones de pesetas).
Estos resultados suponen una mejora después de tres años muy malos, lo que se ha reflejado en su cotización bursátil. Y dan cierto aliento al grupo empresarial, que hace tan sólo seis meses sufrió una oferta hostil de compra de Cortefiel. El movimiento sólo fracasó por el apoyo de los accionistas institucionales de la compañía -la familia Puig y Caixanova, las cajas del Mediterráneo, Burgos y Ávila y el Banco Gallego- al diseñador, que controla el 30,4% de la sociedad.
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