Trabajo de emergencia
Los empleados de las torres se trasladan a empresas rivales y hoteles
El ataque contra las Torres Gemelas destruyó todo el World Trade Center, un complejo financiero de siete edificios en el que trabajaban unas 50.000 personas, y ha dejado inutilizados por tiempo indefinido numerosos inmuebles vecinos. En total, unos tres millones de metros cuadrados de espacio, de los que el 60% ha desaparecido por completo. No menos de 2.000 de las víctimas mortales estaban en nómina de compañías financieras. Los supervivientes, estremecidos por el ataque y por las pérdidas humanas, estaban ya trabajando en cuestión de horas tras una frenética carrera para encontrar locales en los que instalarse, fueran hoteles, oficinas compartidas con firmas rivales o nuevos espacios en Manhattan o en los Estados vecinos. Detrás habían quedado equipos electrónicos y de telecomunicaciones valorados entre 2.000 y 5.000 millones de dólares.
Lehman Brothers ocupa las 665 habitaciones del Sheraton; los 160 abogados de Cleary trabajan con algunos competidores
Morgan Stanley era el mayor inquilino del World Trade Center y ocupaba un edificio bajo pegado a las torres que atrajeron la furia terrorista. De sus 3.700 empleados sólo hay 15 desaparecidos, y a las 48 horas del siniestro la firma estaba plenamente operativa, con el grueso del personal instalado en Nueva Jersey y Brooklyn, asegura la compañía. El banco de inversiones Lehman Brothers consiguió las 665 habitaciones del Sheraton Manhattan, en la Séptima Avenida. Los ocupantes regulares del hotel fueron trasladados al Sheraton New York de la acera de enfrente. En el Manhattan trabajarán unos 1.500 bancarios y analistas; otros 1.700 se han ido a Jersey City, a unos edificios al otro lado del río Hudson con vistas al perfil mutilado de Manhattan, donde, en vez de las dos torres, lo que ahora se eleva al cielo es una interminable columna de humo azulado.
El bufete de abogados Cleary espera volver a su antigua sede, en uno de los edificios dañados, pero no hundidos, en un plazo de un par de meses. Mientras, ha colocado a unos 160 abogados en las instalaciones de otras dos compañías de la competencia.
El espacio de Manhattan es limitado, pero hay casi tanto disponible para oficinas como el que se ha perdido, a costa de pagar más de los 500 dólares por metro cuadrado, que era el promedio de lo siniestrado. Ante esta situación, muchas compañías se están plantenado dejar Manhattan, razón original de la construcción del World Trade Center en los años sesenta. David Rockefeller y otros titanes de la finanzas temieron que la escapada de Mobil fuera un ejemplo para otras y desencadenara un éxodo. El World Trade Center, con sus brillantes Torres Gemelas, ancló en distrito financiero en el angosto sur de Manhattan. Ahora es el turno del Ayuntamiento, donde se barajan incentivos que ofrecer a las compañías para que no abandonen Manhattan, entre otros la oferta de espacio gratuito mientras se reconstruye la zona.
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