L'Alfàs del Pi estudia en barracones

El panorama educativo en L'Alfàs del Pi (Marina Baixa) es 'caótico y lamentable', coinciden Ayuntamiento, padres y alumnos. La proliferación de barracones, la saturación en las aulas y la falta de infraestructuras educativas conforman las quejas más frecuentes. En esta localidad turística de la Marina Baixa, el único centro público de educación secundaria, con más de 500 alumnos matriculados, está integrado exclusivamente por barracones. Pero con una particularidad añadida muy especial: las aulas prefabricadas están instaladas sobre dos parcelas, separadas entre sí por un kilómetro y medio y varios viales.

Los responsables de la Consejería de Educación han acomodado en un aulario a los alumnos de primer ciclo y en el otro a los segundo ciclo, lo que da al instituto la apariencia de dos centros diferentes. Pero comparten la misma dirección y profesorado. Ante esta situación, hay docentes que imparten clase en ambos aularios. Los cambios de clase son peculiares: los profesores cogen el coche y cruzan el pueblo para llegar al otro aulario.

Los alumnos califican de 'vergonzosa' la situación en la que se encuentra el instituto. Se quejan de la escasa separación entre las aulas y del 'calor que pasamos en verano y el frío en invierno', recuerdan algunos veteranos del centro, que llevan tres cursos en las mismas condiciones. Las lluvias caídas esta semana han aflorado las goteras en algunos barracones, y en especial en el aula de informática, según aseguró un estudiante.

La presidenta de la Asociación de Padres de Alumnos (APA), Joana Galera, no duda en calificar la situación de tercermundista. 'Estamos preocupados porque nuestros hijos no disponen de las infraestructuras necesarias; hay problemas de espacio, y esta situación merma la calidad de la enseñanza que están recibiendo', asevera la representante de los padres. El curso pasado el colectivo acudió a Valencia para exigir a la Consejería de Educación la inmediata construcción de un instituto. Ahora, la situación parece que se ha desbloquedado y, en el último trimestre de este año o principios de 2002, está previsto que comiencen las obras, que se prolongarán durante 18 meses. Si no surgen contratiempos para el curso 2003-2004 estos alumnos abandonarán los barracones y podrán disponer de un centro en condiciones. El concejal de Educación en el Ayuntamiento de L'Alfàs, el independiente Francesc Pérez, dice que la situación es 'caótica' y que toda la oferta pública está 'en precario'.

A los problemas del instituto hay que añadir los la única escuela pública de primaria. Es un colegio saturado, con casi mil niños matriculados, siete barracones en el patio y problemas en un comedor con capacidad para 120 alumnos en el que 'comen casi seiscientos'. Los chavales 'han de hacer tres turnos y comen de prisa y corriendo', reconoce el edil, quien tilda de 'gravísima' la situación en esta escuela. El Ayuntamiento considera que es 'urgente y necesaria' la construcción de una escuela infantil de tres años, dotación de la que carece el municipio.

L'Alfàs del Pi es tan sólo el ejemplo más llamativo de la situación educativa en las comarcas de la Marina Baixa y Alta. Según el secretario de la Federación de Enseñanza de CC OO, Manuel Parra, el instituto de La Vila Joiosa necesita ser remodelado, y los otros dos centros están saturados de matriculación. En Altea también hay institutos con aulas prefabricadas, así como en Benissa y Ondara. 'En Dénia se requiere un nuevo edificio para el Conservatorio, mientras en Pego el instituto Enric Valor es insuficiente y en Calp la situación de provisionalidad del colegio Gabriel Miró se consagra mientras aumentan los barracones en el Paternina', lamenta Parra.