'El jurado no ha sido duro, ha sido justo''
La madre de Rocío Wanninkhof defiende la condena de asesinato impuesta a la única acusada
El miércoles, el jurado le dio la razón a Alicia Hornos al aceptar que su hija, Rocío Wanninkhof, fue asesinada por Dolores Vázquez, la única acusada en el caso. Tras el fallo, la madre de la víctima habló con EL PAIS. Para ello eligió un solar de La Cala de Mijas que dista unos 100 metros del lugar donde fue asesinada la joven y donde ahora luce una fotografía de ella.
Pregunta. ¿Satisfecha con el veredicto?
Respuesta. Sí, por lo menos se ha hecho justicia, pero a mi hija no me la devuelve nadie.
P. Algunos juristas creen que el veredicto ha sido muy duro.
R. El jurado no ha sido duro, ha sido justo. Los jurados populares son así, se han creado por ley, no los he puesto yo. Tampoco yo la he condenado ni la he metido en la cárcel. Debería ser ojo por ojo y diente por diente, pero bueno... Puede que sea dura la condena, pero más duro es perder a una hija de 19 años. El jurado no ha sido duro, mi hija fue asesinada brutalmente, con odio y con rabia. No fue un homicidio, fue asesinato.
Yo entiendo que este veredicto no lo puede mover nadie. Una sentencia es una sentencia'
P. Pero ha sido condenada por indicios, sin pruebas concluyentes.
R. Un indicio y otro y otro, hacen una prueba.
P. La familia de Vázquez dice que ha sido víctima de un juicio paralelo.
R. Se ha dicho que el jurado era muy joven, que el veredicto fue muy rápido... Si les hubiera sido favorable no habrían protestado. Nosotros pedimos la incomunicación del jurado y la defensa estuvo de acuerdo en que no fuera incomunicado. Protestan ahora cuando le ha caído la pena máxima.
P. ¿Qué le parece la investigación de la Guardia Civil, porque unos dicen que fue buena y otros la califican de chapucera?
R. Chapucera, no. Fue muy buena, con lo poco que tenían... A Loli la han llevado a la cárcel sus propias mentiras y sus testigos. Y, por supuesto, el asesinato de mi hija. Nunca tuve la duda de que había sido ella.
P. ¿Nunca?
R. Al principio tenía que decir presunta asesina, pero me costaba decir presunta cuando mi corazón me decía otra cosa. Pero ahora puedo decirlo con la voz muy fuerte, la asesina de mi hija. El veredicto me ha dado un poco de paz y de tranquilidad. Pero a superar el dolor, no me ayuda. Si estoy serena es porque estoy atiborrada de pastillas. Me han dado de baja por depresión.
P. La defensa ha anunciado que va a recurrir porque se ha vulnerado el principio de presunción de inocencia.
R. Es lógico que recurra, yo haría lo mismo. Pero yo entiendo que esto no lo puede mover nadie. Una sentencia es una sentencia. Es como si juegas un partido de fútbol y cuando pierdes quieres que se juege de nuevo. Lo siento mucho por la familia de Loli, pero la justicia es la justicia y ella es la asesina de Rocío.
P. Una instancia superior puede ratificar el veredicto o absolverla.
R. ¿Dejarla libre? Por supuesto que no. No, no, no, no se puede. Yo no entiendo mucho de leyes, pero mi abogado me ha dicho que no, que no se puede.
P. Especialistas en Derecho afirman que que hechos que el jurado ha dado como probados en realidad no lo están.
R. En el juicio los testigos han demostrado las mentiras de Loli. Ella decía que su coche estaba estropeado y no lo estaba, decía que no llevaba pegatina de las batidas y sí la llevaba, etc, etc.
P. El jurado ha recomendado que no se le conceda ningún indulto. ¿Qué le parece?
R. Yo no quiero tampoco que le den ningún indulto. Nosotros estábamos reuniendo firmas para que cumpliese la condena total, lo que pasa es que salió la ley de que el que haga un delito cumpla la condena completa y dejamos de reunir firmas. Pero si eso se modificara, haríamos hasta manifestaciones. Porque si ella está en la cárcel, mi hija está enterrada. Que lo hubiera pensado antes de hacerlo. No hay asesinato perfecto. Sus errores, sus mentiras, la han llevado a donde está.
P. En su alegato final, Vázquez reiteró que era inocente y que buscaran a los culpables porque no era ella. Incluso dijo que podía estar en la sala donde se celebraba el juicio. ¿No cree en esas palabras?
R. No, por Dios, yo ya no tengo 15 años. Claro que estaba dentro de la sala, si era ella. Al principio, cuando la encarcelaron las hermanas dijeron que yo era una encubridora y no hablaba. ¿Cree que si yo sé quién es el asesino de Rocío, aunque hubiese sido mi padre, mi propio hijo o mi hija, me hubiese callado? Ni debajo de agua me callo.
P. Tras la muerte de Rocío se fue a vivir a Jaén, ¿piensa regresar a Mijas?
R. Estaré allí y estaré aquí, en los dos sitios. Porque mis dos hijos están aquí. Ellos, Rocío y yo éramos una piña y la piña se ha roto...
P. Dice que quiere hablar con la condenada en la cárcel ¿Para qué y cuándo?
R. Para saber el motivo que la empujó a matar a mi hija. No sé si lo haré dentro de un mes o de seis meses. Será cuando tenga fuerzas y le preguntaré los motivos que tenía para hacer ese crimen. No me puedo morir sin saber eso.
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