Temor a que Mayor Oreja rompa el consenso educativo

Carlos Mayor Oreja, el nuevo consejero de Educación, es consciente de 'la dificultad de suceder a un hombre que lo ha sido todo en la docencia'. Y aunque sus primeras palabras fueron para garantizar la continuidad de los proyectos puestos en marcha por Gustavo Villapalos, su llegada fue interpretada ayer como 'un giro a la derecha' por los partidos de la oposición y con cautela por la Federación Madrileña de Municipios (FMM) y los dos sindicatos mayoritarios.

La consejería encabezada por Villapalos estaba muy cerca de llegar a un acuerdo que garantizaba a Alberto Ruiz-Gallardón una espléndida foto: un plan de 87.500 millones consensuado con los ayuntamientos para definir los puntos en los que son necesarias construcciones escolares en los próximos 10 años. 'Con el equipo de Villapalos teníamos muy buenas expectativas de cerrar el pacto. Espero que el actual consejero lo mejore', dijo Fausto Fernández, presidente de la comisión de educación de la FMM. Y el secretario general de la Federación Madrileña de Enseñanza de CC OO, Francisco García, le recordó a Mayor Oreja 'los compromisos adquiridos' por su antecesor.

Porque el hombre que hizo efectivas las transferencias educativas no universitarias en julio de 1999 había logrado un acuerdo con los distintos sectores en una cartera en la que mover cualquier pieza supone levantar ampollas. En enero de 1999, Villapalos logró ponerlos a todos de acuerdo en el Pacto para la Mejora de la Educación, un plan de 131.000 millones a cuatro años para equiparar el sueldo de los profesores con los de otras comunidades y poner en marcha medidas para paliar las dificultades de integración de los inmigrantes.

Un buen tanto

Pero si Villapalos tenía satisfechos a los sindicatos -en mayo cerraba un acuerdo marco con el profesorado después de que éste amenazara con una huelga por la supresión de la semana blanca-, con los rectores de las seis universidades públicas también se marcó un buen tanto. En julio llegaba a un acuerdo 'histórico': 615.000 millones hasta 2005 para cubrir al 100% lo que gastan en personal.

Sin embargo, Villapalos no tenía tan buena sintonía con la oposición, que le calificó de 'gran maquillador de cifras'. Adolfo Navarro, portavoz de Educación del PSOE, dijo sentirse 'aliviado' de no tener que enfrentarse más con él. 'Es difícil que Mayor Oreja sea menos dialogante y más clerical', dijo, y achacó a Villapalos 'dos grandes fracasos': la creación de la sexta universidad pública (la Rey Juan Carlos) y 'haber alterado el equilibrio entre la escuela pública y la privada en la capital'.

'Mayor Oreja está más cercano a las tesis de la dirección del PP, algo muy necesario en estos momentos, cuando se acercan las grandes reformas educativas de la ministra de Educación, Pilar del Castillo', agregó Navarro. Franco González, de IU, fue más ecuánime: 'Villapalos ha sido castigado por no amoldarse al PP', dijo.