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LAS CONSECUENCIAS DEL TEMPORAL

El déficit de infraestructuras multiplicó los efectos de unas lluvias habituales en esta época

Los accesos entre Valencia y su área metropolitana se colapsan durante la tormenta

Unas precipitaciones, consideradas habituales para esta época del año por parte de los expertos, provocaron el colapso de los accesos a la ciudad de Valencia e inundaron diversas zonas de su área metropolitana. El déficit de infraestructuras y la imprevisión en el desarrollo urbano multiplicaron los efectos de la lluvia caída entre la noche del miércoles y la mañana del jueves. La tormenta provocó la muerte de una mujer en Algemesí y pérdidas de mil millones de pesetas en las instalaciones de la Universidad de Valencia en Paterna. La oposición denunció la falta de coordinación institucional.

El consejero de Obras Públicas, José Ramón García Antón, reconoció que aunque las inversiones en infraestructuras y encauzamiento son importantes, la ordenación del territorio 'es la mejor arma preventiva' ante el riesgo de inundaciones. El consejero recordó la inminente entrada en vigor de una normativa urbanística que prohibirá urbanizar sobre suelos potencialmente inundables. García Antón explicó que los planeamientos actuales de los municipios, caso de desarrollarse, incrementarían el impacto de las inundaciones en un 56% respecto a la situación actual. El responsable de Obras Públicas indicó que si algunos municipios urbanizan todo lo que han recalificado, el riesgo de inundación aumentaría hasta un 170%. La normativa, sin embargo, llega tarde para algunos ayuntamientos, como el de Valencia, que ya ha colmatado su Plan General de Ordenación Urbana.

La situación que ayer colapsó especialmente el área metropolitana de Valencia se complicó a consecuencia de la tardanza en la emisión de los partes del Instituto Meteorológico y, por tanto, la activación de los planes de emergencia que decreta el Centro de Cooordinación de Emergencias. El episodio de precipitaciones fuertes que superarían los 30 litros por metro cuadrado a la hora en las provincias de Castellón y Alicante no fue comunicado por el Instituto Meteorológico hasta las 21.30 del miércoles. Media hora más tarde, el Centro de Emergencias decretó la situación de preemergencia pero olvidó avisar de ello a varios municipios del área metropolitana, entre ellos Quart y Alginet. A las 22.00, el Instituto Meteorológico emitió un segundo parte que extendía la situación a Alicante, siempre en la franja litoral de la Comunidad. A las 2.45, el Centro de Coordinación de Emergencias decretó la situación de emergencia por lluvia, de la que tampoco se avisó a algunas localidades que luego se vieron seriamente afectadas. La oposición criticó ayer la falta de coordinación y 'el papel mojado de los planes de emergencia'.

Los socialistas, a través de sus diputados Francesc Romeu y Josefa Andrés, denunciaron la falta de coordinación y responsabilizaron al Consell de presentar unas normas de ordenación del territorio para obras futuras, cuando 'los problemas están en las obras ya hechas'.

El parlamentario de Esquerra Unida Joan Antoni Oltra denunció que hay un 'retraso injustificable' en la prevención de inundaciones.

La Universidad de Valencia fue 'la gran damnificada' de los destrozos causados por las fuertes lluvias, según la gráfica expresión utilizada por un técnico del Consorcio de Aseguradoras. Un torrente de agua y barro, procedente de la nueva rotonda construida sobre la antigua carretera de Llíria a la altura del desvío hacia Canal 9 y el campus de Paterna anegó por completo los sótanos de los tres institutos de investigación más potentes de la Universidad. El agua, que superó el 1,80 metros de altura 'destrozó prácticamente todo el equipamiento pesado de los institutos de Biodiversidad, Robótica y Ciencias de los Materiales'. Según fuentes del equipo de crisis de la Universidad, 'los laboratorios de biología y los equipos donde se estaban produciendo las piezas del satélite que se construye en cooperación con la Agencia Nacional Espacial quedaron inservibles. Se han perdido diez años de investigación', resumieron. Las primeras estimaciones en daños, sólo materiales, cifran las pérdidas en 1.000 millones de pesetas.

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Todo apunta a que la 'catástrofe', según coinciden técnicos de la Dirección General de Carreteras y los ingenieros de camino que ayer inspeccionaron la zona durante toda la mañana, se debió a que 'la nueva rotonda construida a unos 800 metros de la universidad, sobre un barranco, para desviar la entrada hacia los nuevos cines Kinépolis y las obras de construcción en marcha de la urbanización Casas Verdes, actuaron en forma de presa, provocando un embalsamiento de las aguas, que acabó por salir disparado a toda fuerza hacia los institutos'. Para autorizar este tipo de obras sobre una carretera se require presentar un plan de evacuación de pluviales. Sin embargo, tanto los ingenieros como los técnicos de la Universidad consultados, aseguran que la dirección general se limitó a señalar que la obra era 'una chapuza', sin que de momento, subraya la Universidad, conste la tramitación del plan de evacuación de aguas.

Ni la Consejería de Obras Públicas ni la Diputación asumieron ayer la autorización de la rotonda. Fuentes de la corporación provincial negaron 'cualquier responsabilidad sobre la carretera comarcal, y sobre la autorización o realización de las obras'. En principio, según tres fuentes técnicas distintas consultadas, 'las obras pueden haberse hecho por iniciativa privada'. La tromba de agua tuvo, sin embargo, otras muchas repercusiones.

- Carreteras. La falta de encauzamiento del barranco de El Palmaret anegó la N-340 Valencia-Barcelona en ambos sentidos desde el término de Tabernes Blanques. El corte de esta vía de acceso a la comarca de L'Horta Nord obligó a los conductores a desviarse hacia la autopista A-7. La salida de Valencia hacia el oeste también sufrió un bloqueo en la tarde noche del miércoles. La lluvia dejó intransitable un carril de ida y otro de vuelta en la avenida del general Avilés, en la pista de Ademuz, y las rotondas quedaron anegadas. Numerosos conductores sufrieron atascos de más de una hora para atravesar una vía rápida de entrada y salida por los nuevos barrios de esta zona de Valencia que habitualmente se hace en pocos minutos. En Paterna, la carretera CV-365 con Manises quedó cortada por desprendimientos.

Los accesos del sur de la ciudad también tuvieron dificultades por el corte de la carretera N-332 a la altura de Silla. La tromba de agua afectó a las comunicaciones por carretera entre distintos municipios de L'Horta Sud, donde todavía está pendiente de encauzar el barranco de El Poyo. En Valencia, el túnel que comunica el barrio de La Torre también quedó cortado durante un par de horas, mientras que las escorrentías anegaron el polígono de Vara de Quart junto a la V-30. La CV-36 que comunica Valencia con Picanya y Torrent también se vio afectada. El área más castigada fue la metropolitana. Silla, Catarroja, Manises, Quart de Poblet, Sagunto, El Puig, Puçol, Torrent, Rocafort, Picassent, Godella, Picanya, Aldaia, Alboraia, Alfafar, Massanassa, Benetússer o Massamagrell fueron los que más incidencias registraron.

En Alicante, las fuertes precipitaciones anegaron las zonas costeras de la capital como la Playa de San Juan, Cabo de las Huertas y La Albufereta. El director general de Obras Públicas, Pedro Marco, atribuyó a la constructora del colector en la playa de San Juan, los problemas de inundaciones sufridos en la madrugada de ayer. La Policía Local cortó los accesos al puente de La Albufereta, en construcción, y los conductores emplearon vías alternativas. La salida Torrevieja-Norte de la Autopista A-37 Alicante-Cartagena permaneció cortada al tráfico durante la mañana de ayer a consecuencia de los arrastres de tierra en zonas de la Vega Baja, informa Pilar Girona. La maquinaria pesada se tuvo que emplear a fondo para permitir despejar la vía y poder reabrirla al tráfico. El aguacero provocó cortes de algunas carreteras y viales en el litoral de la comarca. En Orihuela los arrastres produjeron daños considerables en sus playas.

- Feria Valencia. Las lluvias también afectaron a los recintos en construcción en Feria Valencia. El cubrimiento de las cubiertas con lonas no evitó que el agua penetrase en los pabellones 1, 2 y 3, que se están terminando. Aunque la dirección de Feria Valencia explicó que los daños fueron mínimos, varios de los expositores que estos días preparan sus espacios para el certamen del mueble explicaron que las goteras habían dañado 'muchos pabellones' en los pisos altos.

- Agricultura. Por lo que se refiere al campo, las lluvias fueron en general beneficiosas, según coincidieron en afirmar las principales organizaciones agrarias, la Unió de Llauradors y la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA). A pesar de este beneficio general, las precipitaciones inundaron algunas fincas y dañaron algunos cultivos de hortalizas de L'Horta Nord, principalmente cebollas y lechugas. También sufrieron los efectos de la tromba de agua las plantaciones de arroz de Massanassa, Silla, Catarroja, Sedaví y Pinedo, donde se inundaron los campos en medio de la siega. La Unió espera que no se hayan producido grandes daños ya que el 50% de la cosecha está recogida aunque reconoció que el resto del arroz que ayer permanecía en el campo verá reducida su calidad e incluso puede germinar, lo que impediría su comercialización. AVA también incidió en los daños en las infraestructuras agrarias.

- Precipitaciones. Las trombas de agua, desatadas con fuerza pasadas las nueve de la noche del miércoles, volcaron picos de agua de más de 30 litros por metro cuadrado en una hora. Así, los pluviómetros recogieron hasta 112,6 litros por metro cuadrado en Quart de Poblet, y 98,2 en Valencia. Las lluvias, aunque importantes, dejaron menos agua en Alicante: Callosa d'En Sarrià recogió 63,2 litros; Crevillent, 53; Vall de Laguart, 49 y La Vila Joiosa, 37,2. En Castellón, las localidades en las que más agua se recogió fueron Culla, con 52,2 litros por metro cuadrado; Vila-real con 49,2, y Benasal con 38.

Cortes de luz y trenes parados

Al colapso circulatorio provocado por las inundaciones en las vías de acceso que comunican el área metropolitana de Valencia con la capital se sumó ayer una avería de Iberdrola que provocó apagones en los semáforos de algunas vías importantes de la ciudad. Miles de ciudadanos que acudían a sus puestos de trabajo y niños que se dirigían a sus centros educativos tuvieron verdaderos problemas para llegar a su destino. A consecuencia de la lluvia, el fluido eléctrico quedó suspendido en barrios como Patraix, la zona de Archiduque Carlos, el área del Mestalla, y de las calles de Peris y Valero. A ello se sumó la suspensión del servicio de la red del metro en las líneas 1 y 3. Según fuentes de Iberdrola, 1.250.000 clientes sufrieron suspensión del servicio eléctrico durante varios minutos en la provincia de Valencia, unos 250.000 en la ciudad. El corte duró varias horas para unos 5.000 clientes de Valencia (especialmente en el barrio de Patraix, en la zona de Archiduque Carlos, el área del Mestalla y las proximidades de la avenida de Peris y Valero) y alrededor de 6.000 en Alicante. La empresa, que tachó las incidencias de mínimas, reconoció que miles de abonados sufrieron pequeños cortes de suministro durante las operaciones destinadas a compensar los problemas en las líneas de media tensión de Beniferri y Vara de Quart.En cuanto a los semáforos, Jorge Bellver, concejal de Tráfico de Valencia, informó que de los 101 reguladores de las vías principales de la ciudad sólo cayeron seis y que en el resto de cruces se envío a agentes de la Policía Local a regular el tráfico. Las líneas 1 y 3 de metro y los trenes de cercanías Valencia-Gandia a su paso por Silla y Valencia-Bétera en el término de Alboraia se vieron cortadas temporalmente.

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