Ana Torrent se lanza al póquer en la película de Mónica Laguna
La vida de la actriz Ana Torrent en la última película de la directora Mónica Laguna, Juego de Luna, está dirigida por las partidas de póquer. El filme, que se exhibió en el Festival de Cine Español de Málaga, se estrenará en las pantallas el próximo 28 de septiembre. En esta segunda cinta la directora quería plasmar 'la libertad de elegir lo que se quiere hacer en la vida'.
El punto de partida del guión de este filme, según explica Mónica Laguna, fue el interés por el mundo del juego, por las timbas clandestinas que se celebran en ciertos lugares de Madrid en las que se mueven grandes cantidades de dinero. La realizadora deseaba mostrar al espectador 'el ambiente real en el que se desarrollan las partidas de póquer en algunos locales preparados con todo lujo y comodidad para el jugador'. Considera la cineasta que 'es la metáfora de un tipo de vida al límite de la anarquía'.
En Tengo una casa, el primer trabajo de la directora madrileña, eligió a dos protagonistas masculinos; sin embargo, en Juego de Luna ha dejado el peso del guión a una actriz. 'Ana Torrent tenía que hacer de Luna, encaja de todo: la edad, la personalidad, los ojos y el pelo negro, su picardía y su sensualidad. Daba todas las caras de Luna', indicó. La actriz Ana Torrent cree que Luna es una mujer 'positiva, arriesgada', pero que llega un momento en el que tiene que saldar deudas'. 'Vive sin pararse a pensar. Luna tiene cosas que me gustan como persona; el juego es una forma de vida en ella', dijo la protagonista de películas como El espíritu de la colmena, Tesis o Yoyes.
La película está producida por Andrés Vicente Gómez, quien dice que el juego es 'una pasión' para los expertos en póquer. 'No son ludópatas: se divierten jugando y nunca se empeñan. Tienen dinero para jugar y controlan. Pueden perder, pero nunca se arruinan. Son profesionales temidos que, como los toreros, van de plaza en plaza'. Hay jugadores de póquer que comienzan en Hondarribia (Guipúzcoa) y terminan en Las Vegas.
El mundo del juego suele ser bastante próximo al de la droga y el alcohol; sin embargo, la directora de la cinta dice que: 'Es cierto que se consume cocaína, pero no es frecuente verla en las mesas de juego; existe, pero no de forma descarada. Son gente muy compulsiva, que comen, fuman y beben sin parar mientras apuestan'. Es ese submundo de la droga donde aparece el personaje de Nano (Ernesto Alterio), el amigo inseparable y enamorado de Luna desde que ambos eran niños. Laguna eligió a Alterio porque, según apunta, 'Ernesto daba todas las caras del personaje y es capaz de transmitir la humanidad y sutilidad que el personaje necesitaba en algunos momentos de la película'.
Babelia
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