El silencio de las grandes estrellas americanas

La industria de Holly-wood ha enmudecido ante la conmoción creada con los ataques terroristas del pasado 11 de septiembre en Estados Unidos, pero el silencio de sus estrellas sólo es comparable a sus ganas de ayudar en esta crisis nacional y sus propósitos de enmienda para el futuro.

'Cada 11 de septiembre, a las 8.45 a.m. (hora de Nueva York) la nación debería parar tantos segundos como el número de almas que han perdido la vida, quizá 5.000 segundos de silencio, contemplación y oración. Deberíamos erigir un monumento con parte de los fragmentos que quedan de cemento y acero y las escuelas deberían declarar el día mundial de la tolerancia', aseguró Steven Spielberg a la revista Time en referencia a esa jornada de luto. Rosie O'Donnell, de vuelta a su programa en la televisión estadounidense, sólo tuvo palabras para sus hijos recordando que, como muchos otros niños, el más pequeño, Parker, de seis años, 'quiere saber porqué estamos en guerra'. 'Yo quisiera hacer una oración por la paz', sugirió Madonna en el concierto ofrecido en Los Ángeles después de que tuviera que aplazarlo por culpa de los atentados terroristas en Nueva York y Washington. 'La violencia genera violencia y no sé vosotros, pero yo quiero vivir una vida larga y feliz y quiero que mis hijos tengan una vida larga y feliz', reconoció la actriz y cantante ante una audiencia que incluía a Cameron Díaz y al humorista Andy Dick.

'Men in Black II' tendrá que suprimir la presencia de las Torres Gemelas del final

Diana Ross y Sheryl Crow grabarán 'We're family' para recaudar fondos para las víctimas

Son muchos más los que han preferido el silencio en estos momentos de duelo que como indica David Bowie desde su página web reflejan el apoyo masivo de una comunidad unida. 'En los próximos días la calma probablemente se convertirá en enfado. Pero hoy es sólo aturdimiento, un horrible silencio', describe.

Sting ha suspendido su fiesta de 50 cumpleaños, prevista para la próxima semana en Marra-quech y a la que estaban invitados Madonna, Tom Hanks o Bruce Springsteen, entre otros, mientras que Robert de Niro ha preferido servir 500 almuerzos calientes a los servicios de rescates que trabajan en lo que queda de las Torres Gemelas procedentes de su restaurante TriBeCa. De Niro no está sólo en sus ganas de arrimar el hombro y junto a Michael Jackson y su intención de producir en inglés y en español una canción, What More Can I Give, al estilo de We Are the World, está la reedición del himno nacional estadounidense cantada por Whitney Houston en 1991, cuyos beneficios serán destinados al cuerpo de policía y bomberos por su esfuerzo en esta tragedia.

Diana Ross y Sheryl Crow también han anunciado su deseo de grabar juntas el tema We're family en aras de obtener fondos para las familias de las víctimas. 'Me siento diferente después de lo que hemos visto. Mi hogar en Nueva York está junto a una estación de bomberos y tenía un montón de conocidos y caras amigas en ese departamento que ahora están entre los desaparecidos', subrayó Crow a la prensa.

Kevin Spacey entonó la letra de El puente sobre aguas turbulentas de Simon & Garfunkel en una improvisada cena benéfica que celebraron en Los Ángeles los organizadores de los Grammy Latinos, cancelados por culpa del atentado.

Pero no todo el apoyo que Hollywood está ofreciendo es musical, como demuestra el especial de televisión que están preparando las principales cadenas estadounidenses y que, incluso antes de confirmarse, ya cuenta con la presencia de Jim Carrey o George Clooney. 'Quiere ayudar en todo lo que sea posible', indicó Marieah Leslie, portavoz de Carrey en referencia a su participación en un acto para el que también han ofrecido ayuda Tom Cruise, Tom Hanks, Clint Eastwood, Calista Flockhart, Bon Jovi o Billy Joel.

Sin necesidad de hacer historia en televisión, otros actores han optado por una cooperación más inmediata, colaborando con las tareas de la Cruz Roja y solicitando donaciones y sangre ya sea en la televisión, como Rob Lowe, o desde Internet, como Melanie Griffith.

En medio de este deseo de ayudar, la industria de Hollywood también está dominada por el autoanálisis y los propósitos de enmienda. '¿Acaso lo que hacemos sigue siendo relevante?', se pregunta de forma retórica un actor de la serie de televisión The West Wing. Su productor, Bob Welsh, añadió que al igual que el resto del país 'en duelo ante esta terrible tragedia', sus pensamientos están con las víctimas y sus familiares, no con el programa. 'No creo que nadie se preocupe del mundo del espectáculo en los próximos días pero la vida tiene que continuar, de otra forma los terroristas ganarían', aseguró Jack Valenti, en calidad de presidente de la Asociación Estadounidense del Cine.

El espectáculo continuará, siguiendo el lema de Hollywood, pero no sin cambios después de que la realidad haya demostrado ser más cruel que cualquiera de las películas de acción o desastres jamás ideadas por los guionistas de cine. 'El mundo ha cambiado de raíz el martes y está claro que algo que ayer era entretenido no lo es hoy y no lo será mañana', confirmó la presidenta de los estudios Columbia, Amy Pascal. Como señala el productor Walter Parks, la producción de Hollywood estará en consonancia con el sentimiento de guerra que tiene la sociedad estadounidense. 'Creo que vamos a pasar por una época parecida a la década de los sententa, cuando Hollywood produjo filmes musicales y dramas familiares que tenían un fuerte sentido patriótico', resume.

El realizador Ed Zwick no es tan fatalista en su visión de futuro. 'No creo que vaya a pasar de una semana de respeto y las cosas volverán a seguir como estaban planeadas', subrayó.

El rodaje de Men in Black II, en sus últimas semanas de producción en los hangares de los estudios Sony de Los Angeles, es un ejemplo de que la vida continua su ritmo.

Sólo unas pequeñas banderitas americanas repartidas por el set, una de ellas estratégicamente colocada encima del monitor del director, recuerdan la tragedia. Eso y el exceso de celo a la hora de hablar de cualquier tema relacionado con el 11 de septiembre. 'Sólo se aplazó la producción un día, el día', comentó el escueto Tommy Lee Jones antes de que el relaciones públicas le alejara de la prensa. A Will Smith se lo llevó incluso antes de que pudiera contestar a la pregunta de porqué tanto silencio entre las estrellas ante los atentados. El director, Barry Sonnenfeld, tuvo algo más que decir, quizá el más afectado a la vista que su último largometraje, Big Trouble, ha visto retrasado el estreno indefinidamente por contener escenas de terrorismo y en Men in Black II tendrá que eliminar la presencia de las Torres Gemelas de su escena final. 'Ahora ese edificio no estará ahí -comenta sin haber decidido cuál será el telón de fondo de la última batalla entre bien y mal de esta comedia- pero no ha afectado a nuestra historia o nuestro plan de rodaje. Simplemente es algo muy triste, muy triste'.

Sin más comentarios, muchas de estas estrellas se reservan sus sentimientos para la participación hoy viernes en el histórico maratón televisivo, en el que también han confirmado su participación Cameron Díaz, Robert de Niro, Kelsey Grammer, Julia Roberts, Robin Williams y el propio Will Smith. Algunas ni tan siquiera han esperado a ver el dinero que puede recaudar este programa benéfico, haciendo su propia contribución monetaria, en forma de un millón de dólares en el caso de Jim Carrey y Rosie O'Donnell o de una semana de salario en el caso del presentador Bill Maher.