Bienvenida a la familia, China

El acuerdo de admisión de China en la OMC es una buena noticia para un mundo sombrío. En la lucha contra el terrorismo que se nos avecina, EE UU y sus aliados necesitarán toda la ayuda que puedan conseguir de la nación más poblada del mundo. Consolidar las normas para las relaciones comerciales incrementarán las oportunidades de acuerdo político.

Abrir las puertas del comercio a China también contribuirá a mejorar la economía mundial. Muchos de los beneficios llegarán a medio plazo más que en un futuro inmediato. No obstante, el creciente riesgo de recesión debería ser un recordatorio de la importancia de abrirse al comercio con una economía potencialmente enorme y que crece vertiginosamente. (...)

(...) China tiene grandes ventajas potenciales a pesar del obstáculo que representan las deudas bancarias incobrables y su régimen autoritario y en ocasiones brutal. Con una mano de obra barata, un mercado interior creciente y rebosando aptitudes empresarias, podría hacerlo tan bien en una amplia variedad de artículos manufacturados como lo ha hecho con los productos electrónicos.

En este caso, el atenerse a las normas supondrá un reto tanto para occidente como para China. Pero los beneficios mutuos podrían llegar relativamente rápido. China será formalmente admitida en la reunión ministerial de la Organización Mundial del Comercio que tendrá lugar en Qatar en noviembre. Si la reunión impulsara nuevas conversaciones sobre comercio, se inyectaría una doble dosis de buenas noticias en una debilitada economía mundial.

Londres, 19 de septiembre