El jurado declara culpable de asesinato a la acusada del 'caso Wanninkhof'
La pena oscilará entre 15 y 20 años de cárcel
El jurado del caso Wanninkhof encontró ayer culpable de asesinato a la única acusada, Dolores Vázquez. A pesar de la inexistencia de pruebas concluyentes, el tribunal popular sopesó los indicios que incriminaban a la sospechosa y se decantó por siete votos a dos por el delito más grave, como solicitaba la acusación particular. Tras conocer el veredicto, la madre de la víctima, Alicia Hornos, y muchos de los presentes en la sala prorrumpieron en aplausos, lo que llevó al magistrado que preside las sesiones a ordenar su desalojo.
'Se ha hecho justicia', dijo entre lágrimas la madre de Rocío Wanninkhof, la joven de 19 años que desapareció el 9 de octubre de 1999 en Mijas y cuyo cadáver apareció un mes más tarde en Marbella. La acusada no esperaba esa resolución y fue presa de un ataque de llanto que la llevó a aferrarse al hombro de uno de sus letrados. La defensa de Vázquez avanzó que recurrirá en casación ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Ahora, el juez que ha presidido las sesiones tiene que dictar sentencia e imponer una pena que oscilará entre los 15 y los 20 años de prisión.
'Se ha hecho justicia porque es asesinato, asesinato y asesinato. Mi hija fue asesinada. Me ha sorprendido. Estoy muy nerviosa, llevo tantos días esperando esto... Dos años a base de pastillas. Esta noche creo que dormiré bien. A Rocío le digo que me espere', dijo la madre tras conocer el veredicto. 'He estado rezando todo el día. Yo le pedía a mi hija: 'Si es inocente, que salga; pero si es culpable, que pague tu muerte', añadió. La hermana de Alicia Hornos, Josefina, con quien se fundió en un abrazo tras conocer el pronunciamiento del jurado, añadió: 'A mi sobrina no nos la devuelve nadie, pero se ha hecho justicia. Se ha terminado el calvario. Por fin vamos a descansar'.
La resolución del jurado cayó como un jarro de agua fría a la defensa. Debido a que el jurado deliberó sólo un día y medio, que no había pruebas de cargo y que habían quedado algunas lagunas tras 11 días de juicio, confiaba en un veredicto de no culpabilidad. Cuando el tribunal popular leyó su veredicto, la acusada -que participó en las batidas de búsqueda de la joven y mantuvo una relación sentimental con la madre de la víctima durante casi diez años- se llevó la mano al pecho con incredulidad y propumpió en llanto con la cara desencajada por la sorpresa.
La lectura del acta contribuyó a que durante un minuto las casi 200 personas que había en la sala creyeran que iba a ser absuelta, ya que el portavoz del jurado dijo que la declaraban 'no culpable de homicidio', como pedía el fiscal. Debido a que durante el juicio ha habido testimonios contradictorios y a que la investigación únicamente aportó indicios en su contra, por un momento se dio por hecho que iba a ser absuelta. La sorpresa de ambas partes fue mayúscula cuando al continuar la lectura, el tribunal la consideró 'culpable del delito de asesinato'. Incluso el veredicto pide al Gobierno que no conceda a la acusada el beneficio del indulto, ni total ni parcial. El magistrado que presidió el juicio consideró que el pronunciamiento está bien 'razonado y fundamentado'.
El jurado fundamentó su veredicto en el testimonio de varios guardias civiles que participaron en la investigación, en el informe del psicólogo de la prisión malagueña en la que Vázquez lleva un año recluida, en la propia confesión de la acusada y en la declaración de la cocinera del bar de enfrente de su casa, que deshizo su coartada de que aquella noche no había salido más que para comprar tabaco y tirar la basura.
Aunque el jurado ha coincidido con la acusación en que se trata de un asesinato, ahora el juez deberá dictar sentencia y poner la pena. La acusación particular pedía 20 años y 60 millones de indemnización para la familia de la víctima; el fiscal, 15 años de cárcel y 50 millones por homicidio, y la defensa, la absolución por la falta de pruebas.
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