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Más de 350 quejas vecinales contra una nueva zona de ocio en Sevilla

Urbanismo y Medio Ambiente también discrepan del proyecto

El espacio destinado al consumo de alcohol de los jóvenes en la vía pública, conocido como botellódromo, que el área de Juventud del Ayuntamiento de Sevilla proyectó hace meses para el descampado de El Charco de la Pava ya no es botellódromo, sino proyecto de bares y discotecas; ya no está pensado para aquel descampado, sino para el Muelle de Nueva York; cuenta con las reticencias de otras dos delegaciones municipales, Urbanismo y Medio Ambiente; y se enfrenta ahora a 363 alegaciones de entidades vecinales y particulares. El PP llevará al próximo pleno un proyecto alternativo.

El Proyecto Básico del Complejo de Ocio en el Muelle de Nueva York y antiguo Muelle de Turismo consiste en la ubicación de construcciones efímeras, con estructura desmontable para instalaciones de ocio juvenil alternativo, que abarcan un abanico amplio de ofertas para los jóvenes, como una pista de hielo, discotecas, bares de copas y hasta un teatro.

El proyecto, pensado para unos terrenos de más de 20.000 metros cuadrados, que son propiedad de la Autoridad del Puerto de Sevilla y que está pendiente del visto bueno de ésta, incluía un espacio, similar a un aparcamiento al aire libre, para que los jóvenes hiciesen lo que se conoce como botellón, palabra que define el consumo en la vía pública de bebidas alcohólicas compradas por los jóvenes en tiendas y supermercados.

La idea, promovida por un grupo de empresarios de la hostelería, contó desde el principio con el respaldo de Susana Díez, delegada de Juventud, que ve en esta opción una manera eficaz de sacar la movida juvenil del casco histórico de la ciudad.

El propio Ayuntamiento de Sevilla, tras reunirse el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, con asociaciones de vecinos del cercano barrio de Los Remedios (al otro lado del río), decidió presentar una alegación a su propio proyecto en la que disponía la desaparición del botellódromo y su sustitución por un espacio escénico.

En el plazo abierto por el Puerto de Sevilla para la presentación de alegaciones al proyecto de uso del Muelle de Nueva York, a la del propio Ayuntamiento se han sumado hasta 363 más, según informó ayer en el Consistorio el portavoz del grupo popular, Jaime Raynaud.

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Autoridad portuaria

El proyecto deberá someterse ahora a la aprobación de la autoridad portuaria a la vista de las alegaciones presentadas. Una vez reciba el visto bueno, la idea debe recibir licencias de Urbanismo y Medio Ambiente.

Estas delegaciones municipales, dirigidas por el andalucista Rafael Carmona y por la socialista Evangelina Naranjo, ya han expresado a través de sus responsables las reticencias que mantienen ante la idea de construcción de un complejo de ocio y copas en una zona que permite pocas construcciones, sólo efímeras, y que es muy sensible tanto al impacto paisajístico como medioambiental.

En agosto, el PP presentó a la opinión pública un proyecto alternativo de rehabilitación y recuperación para la ciudad del Muelle de Nueva York que, según anunció ayer Raynaud, irá como moción al próximo pleno del Ayuntamiento de Sevilla.

El proyecto del grupo popular, que dejaría el muelle bajo dominio público tras su cesión al Ayuntamiento mediante convenio por parte de la autoridad portuaria, contempla una actuación 'flexible, abierta a modificaciones' que incluye un espacio de ribera, carriles bici, paseo peatonal y la construcción de quioscos, miradores y pequeños embarcaderos.

Según explicó el portavoz popular, su idea tendría un coste para el municipio de entre 400 y 500 millones de pesetas, una inversión 'asumible' en dos años, pese al mal estado de las cuentas municipales.

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