Modrego publica la declaración de impacto de la incineradora de Ribesalbes cuando está acabada
La central, que costó 1.600 millones de pesetas, quemará 20.000 toneladas de plástico al año
La incineradora de Ribesalbes, promovida por la empresa Poligás bajo la denominación de 'planta de valorización energética de residuos plásticos', comenzará a funcionar este mes. Con un coste de 1.600 millones de pesetas y una capacidad para tratar 20.000 toneladas al año, la planta cuenta con el beneplácito del ayuntamiento y el visto bueno de la Consejería de Medio Ambiente, que el pasado 16 de agosto, una vez acabada la planta, publicó en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana la declaración de impacto ambiental favorable al proyecto. Los ecologistas se oponen a la incineración de residuos.
La promoción y construcción de la 'planta de gasificación de plásticos' , que según sus promotores será 'la primera planta de valorización energética de residuos sólidos que se instala en España', ha pasado casi desapercibida. Los ecologistas suelen acometer campañas activas para oponerse a la construcción de todo tipo de incineradoras, puesto que aseguran que emiten dioxinas y furanos, productos altamente cancerígenos para los humanos por sus efectos en el organismo humano y en otras especies animales y vegetales. Sin embargo, difícilmente se promueven en España proyectos que reconozcan abiertamente que se trata de incineradoras, y en la mayoría de los casos se lanzan instalaciones bajo la eufemística denominación de 'planta de valorización energética de residuos'. Efectivamente, raras veces se construyen simples hornos para quemar basuras desaprovechando su poder calorífico, sino que las nuevas tecnologías ya buscan obtener un rendimiento energético mediante la producción de electricidad.
También ha ayudado a que la planta pasase desapercibida el hecho de que la declaración de impacto ambiental favorable, a pesar de estar firmada el 22 de octubre de 1999 por la entonces directora de Planificación y Gestión del Medio, Amparo Monrós, no se ha publicado hasta este verano, casi dos años después.
Curiosamente, el infomer de la consejería evita el término incineradora y hasta apuesta porque no lo es dado que 'el residuo no es introducido en una cámara de combustión u horno de forma directa' y 'no es utilizado como combustible de forma directa'. Argumenta la declaración de impacto que 'el residuo se transforma mediante un proceso de gasificación, en un reactor de lecho fluido utilizando aire caliente, ena un combustible en fasegas con el fin de alimentar a una seire de motores de combustión interna adaptados a un combustible en estado gaseoso'. Y concluye el texto: 'Por tanto, en nuestra opinión, no estamos ante una instalación de incineración en sentido tradicional, sino que estaríamos hablando de una instalación de valorización energética'.
Cristina Domingo, de Acció Ecologista-Agró, discrepa de esta afirmación. En su opinión, tampoco la polémica macroincineradora de Valdemingómez (Madrid) quema basuras sin más, sino que utiliza los residuos como combustible para obtener energía eléctrica y empleando asimismo un reactor de lecho fluido (los residuos se mezclan en un fondo de arena que uniformiza la transmisión de calor). Es decir, a juicio de Agró la planta de Ribesalbes es otra incineradora más que maquilla su cometido bajo una denominación más limpia.
Desde Poligás Ambiente SL, empresa que afirma estar participada por la ingeniería Environmental Internacional Engineering (EIE), la firma Revima (gestora autorizada de residuos) y el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), empresa pública dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología, se asegura que la planta creará 18 puestos de trabajo directos y 60 indirectos. 'La gasificación de estos plásticos, que actualmente se depositan en vertederos, permitirá obtener 7,3 megavatios al año, energía equivalente a la necesaria para abastecer a una ciudad de 15.000 habitantes', asegura Poligás. La planta se deshará así de 20.000 toneladas de residuos plásticos al año procedentes 'en su práctica totalidad' de la industria azulejera de La Plana, principalmente los denominados big bags, o sacos de plástico para grandes volúmentes.
Por su parte, el alcalde de Ribesalbes, José Medina, del PP, que apoya el proyecto, sólo espera a que la empresa lo solicite para que sus técnicos examinen la planta y le sea otorgada la licencia de actividades.
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