La limitación horaria para carga y descarga se extiende a todo el Eixample

La limitación del tiempo de estacionamiento en las zonas de carga y descarga se va a extender a todo el distrito del Eixample a partir del lunes próximo. El buen resultado obtenido por el sistema de limitación horaria en la parte más comercial del distrito tomada como prueba ha llevado a extenderlo al resto del Eixample. La implantación de un disco con un tope horario, las multas y, sobre todo, las grúas han disuadido a muchos conductores de aparcar en las esquinas del Eixample, en las que ahora habrá 3.525 plazas reservadas para carga y descarga.

Durante la primera fase del plan, circunscrita al centro del Eixample, se destinaron 1.650 plazas de aparcamiento a la carga y descarga de furgonetas y vehículos comerciales, que tienen autorizado un tiempo máximo de estacionamiento de 30 minutos. Los vehículos que aparcan en estas plazas, situadas en los chaflanes, deben ir provistos de un reloj de cartón que marca la hora de llegada. Si supera los 30 minutos, el vehículo puede ser sancionado.

Dos nuevas áreas del Eixample se sumarán a partir del próximo lunes al control con disco horario para carga y descarga. Se trata de la zona delimitada por las avenidas del Paral.lel y Josep Tarradellas, y las calles de Tarragona y Urgell, por una parte, y la comprendida entre Nàpols, Diagonal, Còrsega, paseo de Sant Joan, Travessera de Gràcia, Dos de Maig, Meridiana, Almogàvers y Roger de Flor, por otra. En total, 1.875 plazas más de estacionamiento limitado a 30 minutos para furgonetas y vehículos comerciales.

70 grúas en servicio

Empleados de la sociedad municipal de aparcamientos (SMASSA) controlan el cumplimiento del horario. En algunos casos imponen sanciones y en otros avisan a la grúa. Paralelamente, la Guardia Urbana vigila que en las zonas próximas a las de carga y descarga no haya vehículos aparcados en doble fila.

Lluís Jiménez, intendente de la Guardia Urbana, explicó ayer que la fórmula ha dado resultados positivos, por lo que ahora se ha decidido aplicarla a todo el Eixample y en una tercera fase se prevé extenderla progresivamente a toda la ciudad.

La implantación de la limitación horaria ha permitido aumentar la rotación de vehículos que aparcan en los chanflanes y, por tanto, la media de plazas libres a disposición de la carga y descarga. También ha mejorado el tránsito en las calles adyacentes, pues la estricta vigilancia ha ahuyentado también a los conductores particulares. En cinco meses, las 70 grúas que operan cada día han retirado 5.705 vehículos.

El lunes, fecha del inicio del curso escolar, se activará también la operación otoño que cada año pone en marcha la Guardia Urbana para mejorar la disciplina viaria. En esta ocasión la jornada será especialmente conflictiva porque buena parte de la ciudad se encuentra afectada por obras, algunas de ellas importantes, como las del tranvía en la Diagonal y el soterramiento y cobertura de la Ronda del Mig.

La operación otoño se prolongará hasta el 30 de septiembre, desde las 7.30 a las 21,30, con especial incidencia en las franjas horarias más conflictivas. Además de una mayor presencia de la Guardia Urbana en las calles, la operación supone también un mayor despliegue de grúas en toda la ciudad, especialmente en la red viaria básica, las rondas, el centro histórico y las zonas próximas a los colegios.