El fiscal de Menores de Granada afirma que los colegios ocultan actos violentos entre los escolares

El fiscal de Menores de Granada, Emilio Calatayud, considera que los centros escolares ocultan un número sin determinar de casos de violencia entre menores lo que, a su juicio, podría vulnerar ciertos derechos, como el de ser oído por un juez. Calatayud, que intervino en un curso sobre la violencia en la escuela organizado por el Centro Mediterráneo de la Universidad de Granada en Almuñécar, sostuvo que existe 'mucha violencia' dentro de los centros educativos que no trasciende.

Calatayud amplió ayer su exposición en Almuñécar y declaró que son muy pocos los casos de violencia en los colegios que llegan a oídos de la justicia. 'Sí nos llegan lesiones de un menor a otro menor en las que no están implicados los centros. Siempre da la sensación que ocurren fuera del colegio'.

Estos datos, sin embargo, son aparentes. 'Nos consta que se abren muchos expedientes por agresiones de los que no nos dan cuentan porque se resuelven en el mismo centro. ¿Es esto positivo? Depende, pues la resolución de tales expedientes puede vulnerar el derecho a la defensa y el de ser oído por un juez. Creo que hay una violencia oculta en los colegios que no pasa a loz juzgados salvo cuando se trata de un asunto de mucho calado. Es muy difícil adjudicar una cifra a esa violencia oculta'.

Estas declaraciones complementan la exposición de que el fiscal de Menores desarrolló en el curso del Centro Mediterráneo: 'Lo que creo es que precisamente los centros escolares no manifiestan lo que sucede, lo tapan, y cuando se descubre es demasiado tarde. Existen unas situaciones de riesgo que hay que abordar. La única forma es no tapando las evidencias'.

Sobre la violencia juvenil fuera de las aulas, el fiscal señaló a los asistentes al curso que ha sido la propia sociedad la que ha facilitado el camino para que la jóvenes tomen contacto con la delincuencia. La incitación al consumo de alcohol mediante la publicidad es una prueba de ello.

Calatayud dijo que para solucionar las concentraciones nocturnas de jóvenes en torno a la bebida es menester que los adultos no incurran en la hipocresía. 'Si se trata de solucionar el tema del botellón hay que ser menos hipócritas porque todos funcionamos en torno al alcohol' y, al mismo tiempo, se pretende que los menores no sigan la misma pauta.