LA CONTINUACIÓN DE 'LOS MISERABLES'

Los descendientes directos de Victor Hugo perdieron su demanda de prohibición de la venta de la continuación de Los Miserables (1862), escrita por François Cérésa con el título Cosette ou le temps des illusions. El Tribunal de Gran Instancia de París consideró que ser descendiente directo del gran escritor no implica necesariamente ser su 'heredero'. El principal demandante, Pierre Hugo, 'sólo justificó su calidad de descendiente en línea directa', pero 'no demostró en absoluto haber sido investido (...) de la sucesión de su antepasado, lo que le priva del derecho de reivindicar la calidad de heredero', agregó el tribunal. En su sentencia, los magistrados recordaron que el propio Victor Hugo era un 'ardiente defensor del dominio público'. En un congreso literario celebrado en junio de 1878, el autor de otras epopeyas humanas como Notre Dame de Paris y Les travailleurs de la mer afirmó que 'el escritor, en tanto que escritor, no tiene más que un heredero, el heredero espiritual, el espíritu humano, el dominio público', recordaron los jueces. En su testamento, escrito en 1884, Victor Hugo 'legó todo lo que había escrito o dibujado a la Biblioteca Nacional'. El pasado junio, Pierre Hugo pidió la prohibición de la distribución del libro de Cérésa -un encargo editorial- entre otras razones porque en su intento de continuar la monumental obra de Victor Hugo establecía cambios sustanciales. Entre ellos, resucitaba a uno de sus principales protagonistas, el policía Javert, quien, en esta inesperada segunda parte ya no es tan malvado como en la obra original. Cérésa modificó también el destino de otro de los principales protagonistas de Los Miserables, el de Cosette. Los descendientes del escritor alegaron que éste había quedado plenamente satisfecho con su novela, en particular, con su final, del que dijo: 'Si no emociona, renuncio a escribir para siempre'.-