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De la Torre prepara unos presupuestos austeros con leve subida de la inversión

Los impuestos se mantendrán y aumentará el gasto corriente

Los presupuestos que prepara el Ayuntamiento de Málaga 'tratan de mantener la austeridad' en palabras del alcalde, Francisco de la Torre (PP). Las cuentas de 2002 rondarán los 90.000 millones de pesetas, mantendrán los ingresos por impuestos y subirán levemente la inversión. También aumentarán los gastos corrientes, que el alcalde defiende que 'son tan necesarios o más que la inversión'. PSOE y IU, por el contrario, esperan una significativa bajada de la presión fiscal y el gasto corriente.

La oposición criticó vivamente la filosofía de los presupuestos de 2000, entre otras cosas porque bajó en 1.000 millones de pesetas el capítulo de inversiones respecto al año anterior. El escalón de 24.000 a 25.000 millones que se descendió entonces se volvería a subir para el próximo ejercicio, según las primeras aproximaciones que el equipo de gobierno municipal ha manejado en los últimos días.

La factura del Palacio de Ferias ocupa el primer lugar en este apartado, con 2.300 millones. El coste total de esta obra se acercará a los 6.500 millones y el Ayuntamiento aun intenta conseguir nuevas subvenciones europeas para completar su financiación. La segunda operación más cuantiosa será la aportación municipal para la construcción de la desalobradora del Atabal, que será de unos 2.000 millones. Un plan de piscinas públicas, el programa de arreglo de colegios, el parque de bomberos de El Palo y varios centros sociales están entre los proyectos del próximo ejercicio. De la Torre añade que se pondrá en marcha un programa de eliminación de barreras arquitectónicas estudiado por una filial de la ONCE. Este asunto fue reclamado el año pasado por IU.

El portavoz socialista, Francisco Oliva opina que impuestos como el de la construcción o el de bienes inmuebles 'subieron por encima de lo razonable' en el actual ejercicio. El portavoz de Izquierda Unida, Rafael Rodríguez, considera esta subida 'abusiva'. Ambos dirigentes reclaman un descenso notable de la presión fiscal en los presupuestos que se preparan. Esta petición sólo será atendida en algún caso puntual, como el impuesto de circulación de vehículos, pero en general el gobierno municipal habla de 'congelación'.

Uno de los caballos de batalla de la oposición en materia presupuestaria es la reducción del gasto corriente. Un problema difícil se resolver 'por la subida espectacular del convenio, en más de un 20% que pactó Celia Villalobos al final de su primer mandato', según apunta Oliva. El alcalde, por el contrario, defiende el crecimiento en este capitulo. 'Se suele demonizar el gasto corriente, pero es tan necesario o más que la inversión, porque nos permite atender una vertiente social, cultural, deportiva, la limpieza o la iluminación, que son muy importantes', precisa De la Torre.

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