Se vende castillo a 35 kilómetros de Madrid
El arquitecto Luis Moreno de Cala pide 1.000 millones de pesetas por el conjunto medieval que posee en Batres
A sólo 35 kilómetros de Madrid se vende un castillo medieval y mudéjar, el de Batres, declarado conjunto histórico-artístico en 1970. Su actual dueño, el arquitecto y decorador Luis Moreno de Cala, quiere desprenderse de él desde hace dos años. Pide mil millones de pesetas, aunque está dispuesto a negociar el precio con los interesados. Esta fortaleza fue morada y fuente de inspiración del poeta Garcilaso de la Vega. En los últimos 50 años, Moreno de Cala lo ha restaurado por completo para su uso privado, como segunda residencia, y también ha celebrado en él congresos y reuniones. Si ahora lo vende es por problemas de salud, según ha informado su administrador a Efe.
Batres es un pueblo que no llega a los 700 habitantes. Se oculta precisamente tras su señero castillo, semioculto a su vez por una espesa arboleda, lejos del ruido y el desasosiego. El de Batres no es el único castillo en la Comunidad de Madrid propiedad de un particular. De hecho, el 90% de los castillos de la región está en manos privadas.
De momento no hay ofertas claras por este señorial edificio. Se sabe, eso sí, que se han interesado por él, o al menos lo han visitado, un particular y representantes del Gobierno regional. Fuentes del Ejecutivo han confirmado que el viceconsejero de Educación, Juan Carlos Doa-drio; la viceconsejera de Promoción y Patrimonio Histórico, Rosa Basante, y el diputado regional del PP Esteban Parro han vistado el castillo para conocer su estado. Pero, de momento, no hay ninguna negociación abierta.
Según un portavoz del Gobierno regional, el Ejecutivo no se plantea la compra del castillo,porque su precio es muy elevado y, además, porque la fortaleza posee un grado de protección que sólo permitiría su utilización para actividades culturales (conferencias, exposiciones o visitas guiadas).
Los vecinos de Batres lo tienen claro y no quieren que la más preciada de sus joyas caiga en manos de algún particular caprichoso. Si alguien debe quedarse la gestión del castillo ésa debe ser la Comunidad de Madrid, opinan los lugareños. Desde que su actual dueño lo puso en venta, los habitantes de Batres no han parado de llamar a las puertas de la Comunidad para que se decida a invertir. El Ayuntamiento, gobernado por el PP, lleva a cabo una 'intensa lucha' para que sea el Gobierno regional el que finalmente compre.
Este castillo, del siglo XII y remodelado 400 años después, es 'la única fuente de ingresos y de riqueza del pueblo', afirma Saturnino Justo, concejal de Cultura. Un 75% del término municipal de Batres está catalogado como protegido por la Consejería de Medio Ambiente, 'lo que hace muy difícil', según Justo, 'ejecutar cualquier proyecto'.
Justo explicó a Efe que el castillo 'está en perfecto estado porque su propietario, que lo compró por uno o dos millones de pesetas, se ha encargado de restaurarlo y cuidarlo en los últimos 50 años'.
Las buenas condiciones del edificio y su magnífico jardín 'permiten, dado su grado de protección, hacer muchas cosas, desde visitas guiadas, que serían una fuente de ingresos para el pueblo, a conciertos, exposiciones o terrazas de verano en la explanada exterior', según explica el edil de Cultura. Y añade: 'Batres vive prácticamente del cobro del impuesto de bienes inmuebles (IBI), pues la protección ambiental a la que está sujeto el término municipal por sus importantes cárcabas, fauna y vegetación, nos permite hacer muy pocas cosas'. 'Si la Comunidad compra el castillo, los vecinos podríamos cobrar, al menos, veinte duros por cada visita, lo que sería muy importante para este Ayuntamiento', reconoce Justo.
La torre y el jardín
La planta de la fortaleza mide 25 por 25 metros; la torre del Homenaje, situada en el lateral oeste del recinto, 11 por 7 metros de base y 25 metros de altura. Posee el recinto, además, un jardín de unos 60.000 metros cuadrados que fue origen de la Escuela de Jardinería y Paisajismo de Batres, creada por el propietario del castillo y que hoy sigue funcionando.
Una farmacia, un estanco, dos pequeños supermercados y tres bares resumen la oferta comercial del plácido Batres, un pueblo cuyo transporte público se reduce a los autobuses que lo comunican con Móstoles, Parla y Fuenlabrada. A Batres se puede acceder tanto por la N-V (carretera de Extremadura) como por la carretera de Toledo. Una vez en Batres, un empinado camino de tierra conduce hasta el castillo hoy en venta, que está levantado en ladrillo cocido y con sus pilares descansando sobre cimientos de pedernal. Su planta es cuadrada y conserva como parte más antigua la torre del Homenaje. El patio tiene una doble galería plateresca con columnas toledanas, al que se accede por una puerta renacentista de piedra, en cuya dovela se puede leer: 'Ave Maria Gratia'.
En el interior de la fortaleza se reparten escaleras de caracol, galerías labradas, pozos y plantas subterráneas.
Señores de este castillo fueron, entre otros, el obispo de Cluny, Fernán Pérez del Guzmán y Garcilaso de la Vega. Una fuente que hay en el patio está dedicada precisamente a Garcilaso. En ella se pueden leer, además, inscripciones atribuidas a Góngora, Lope de Vega y Hurtado de Mendoza.
Fortalezas de uso privado
El 90% de los castillos que hay en la Comunidad de Madrid está en manos de particulares y su conservación 'es malísima', según ha declarado la vicepresidenta de la asociación Amigos de los Castillos, María Águeda Castellano. El de Buitrago, por ejemplo, adquirido por la Comunidad hace dos años para el municipio en el que se emplaza, también se hallaba en mal estado cuando el Gobierno regional lo compró. Hoy está restaurado. Las fortalezas que mejor se conservan son las más grandes, como las de Manzanares, Pinto, Villaviciosa, Chinchón, San Martín de Valdeiglesias y Batres, ahora puesta en venta por su dueño, que la ha restaurado. La conservación de estos castillos, utilizados otrora como acuartelamientos militares, corresponde a sus propietarios. Pero mantener un castillo cuesta una fortuna, motivo por el cual los dueños, en general, llegan a desentenderse de ellos. El de Batres y el de Pinto, de titularidad privada, son usados por sus propietarios como segunda residencia. También hay castillos destinados al uso público, como los de Manzanares el Real o San Martín de Valdeiglesias. Desde 1949, los castillos españoles están considerados como bienes de interés nacional.
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