El cambio de rumbo educativo
El inicio de las clases de primaria abre un curso marcado por las reformas legales y el adiós al COU
El nuevo curso escolar empieza con la mirada de estudiantes, profesores y padres puesta en las reformas que modificarán sustancialmente la marcha de los centros educativos españoles en los próximos años y con las que el Gobierno quiere dar un vuelco a numerosos aspectos de la educación secundaria y universitaria. Los cambios en la secundaria (ESO, bachillerato y FP) afectarán a los contenidos, a la ordenación de los cursos, al funcionamiento de los centros, a las repeticiones de curso y a las evaluaciones.
La posible recuperación de una prueba de reválida al final del bachillerato o de la ESO que baraja el equipo de la ministra de Educación, Pilar del Castillo, es uno de los aspectos más polémicos que se debatirán este curso legislativo en el Congreso de los Diputados. La anunciada división de los alumnos de 14 a 16 años en aulas según su rendimiento lleva desencadenando duras críticas entre socialistas y nacionalistas catalanes y vascos desde que la divulgó la ministra el pasado curso.
Estas medidas aparecerán plasmadas en la Ley de Calidad que el Gobierno está elaborando y cuyo primer borrador presentará en el mes de noviembre. En las próximas semanas se conocerá el contenido de la Ley de FP y se presentará al Congreso de los Diputados la de universidades.
Ajenos a estos cambios, alrededor de 3,6 millones de alumnos de infantil (de cero a seis años) y primaria (de seis a 12 años) han empezado a llenar las aulas, unos 45.000 menos que el curso pasado. Los primeros en iniciar el curso han sido los de la Comunidad Valenciana, La Rioja y Navarra. A partir de hoy lo hará el resto, y entre los próximos días 17 y 22, los de secundaria.
Este curso habrá unos 6,7 millones de estudiantes no universitarios, unos 100.000 menos que en el 2000-2001. Este año desaparece además, de forma completa, el anterior sistema educativo (el de la Ley General de Educación de 1970) con la extinción en toda España del COU, al que sustituye el segundo de bachillerato.
La modificación de la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), de 1990, por medio de la Ley de Calidad, no incluirá presumiblemente ningún cambio en la educación primaria. Sin embargo, expertos y profesores de esta etapa educativa advierten de que un cambio legislativo de la secundaria afectará a los objetivos, organización y contenidos de la etapa anterior.
La reforma de la primaria
No son pocos los que reclaman que las reformas se empiecen por la primaria. Esta etapa no está exenta de problemas, aseguran profesores y directores de centros. Algunos conflictos de la secundaria, como la indisciplina o la falta de motivación de los alumnos, 'no son repentinos y podrían empezar a detectarse y tratarse en la primaria si se dotara a los colegios de los medios necesarios', explica el maestro Julio Rogero. 'En los niños de estas edades se empiezan a observar las repercursiones de los conflictos familiares y las dificultades de aprendizaje'.
La directora del colegio público Asunción Rincón de Madrid, María Cruz Calzadilla, dice que 'es necesario un cambio de mentalidad de la Administración para que se impulsen medidas que solucionen los problemas y se dote a los centros y profesores de los medios que necesitan'. Además, en contra de lo que se cree, la bajada de la natalidad 'no ha eliminado el problema de las ratios en primaria; lo ha variado, porque la distribución de los alumnos es desigual, hay centros repletos y otros vacíos', añade el
maestro del colegio público Arcipreste de Hita de Alcalá de Henares (Madrid) Juan Hoyas.
Las etapas que definen el aprendizaje
Las etapas de infantil y primaria son clave para asentar las bases del estudio y la conducta y para fomentar el hábito de la lectura, pero los maestros aseguran que son las más olvidadas. Sus problemas no se refieren tanto a los programas educativos como a la falta de medios. Éstas son las principales dificultades: - Atención a los inmigrantes. La mayoría de las familias de inmigrantes llegan a España con niños menores de 12 años. La situación debe abordarse justo cuando se les escolariza. - Profesores de apoyo y medios materiales. La escasez de profesores de apoyo no permite atender a los niños según sus necesidades. Es común que haya solo un profesor, sin ayuda, para cada 25 niños. Numerosos centros no están dotados de los suficientes medios (como material, ordenadores e infraestructuras). - Ayuda psicopedagógica y planes de formación. La atención a los alumnos procedentes de entornos familiares conflictivos, de otros países, con problemas de aprendizaje o superdotados precisa de una preparación y ayuda específica. Los maestros piden apoyo psicopedagógico y planes de formación continua. - Reconocimiento social. Los maestros se quejan de la falta de reconocimiento social de su trabajo. Piden que se empiece por convertir la diplomatura de maestro en licenciatura. - Participación de los padres. Se reduce a medida que el niño va subiendo de curso. A partir de 4º de primaria apenas participa la mitad de las familias. Los centros piden programas para fomentar su implicación.
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