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Reportaje:

La 'otra' vuelta a clase

El profesorado recibirá mañana a los alumnos en los centros tras el descanso veraniego

El silencio que reina en los pasillos sorprende. Si no fuera por los murales multicolor que decoran las paredes no parecería un colegio. Es viernes. Quedan tres días para que los alumnos vuelvan a ocupar las aulas. Rosa Díaz es una de las docentes que estará allí para recibirles. Si lo hace con tanto entusiasmo como enseña su clase de este curso, los críos se van a quedar encantados en su primer día del curso 2001-2002. 'Es la mejor del centro, la más bonita', afirma convencida ante el amplio ventanal del segundo piso que da al patio.

El profesorado regresó a sus centros educativos el lunes pasado. A ellos nunca les reciben los medios de comunicación ni el consejero, pero sin ellos tampoco habría clases. Aunque los niños aún no hayan llegado, esos primeros días son para los docentes 'una locura'. El ajetreo incluye además de múltiples reuniones con otros docentes o con la dirección, ultimar el material o encargarse incluso de asuntos de intendencia como bajar a un almacén a buscar esas mesas que faltan porque el grupo de este curso es mayor que el del pasado.

La andereño Díaz dará la bienvenida mañana a sus 25 alumnos, niños y niñas -'practicamente mitad y mitad, lo cual es muy positivo'- que antes de diciembre cumplirán seis años. Alguno vendrá nervioso tras el descanso veraniego y tendrá que tranquilizarle. 'Pero a los padres también', apunta esta mujer que da clase desde hace 18 años y lleva seis en el colegio público Gabriel Aresti, del barrio bilbaíno de Recalde.

Su clase es primero de Primaria en modelo D. Es decir, es la encargada de enseñarles a escribir y a leer, en euskera, en su caso. Considera esta 'maestra' -denominación que ella reivindica pero de la que otros huyen como la peste- que la enseñanza es un trabajo sobre el que, como sucede en otras profesiones, todo el mundo se cree con derecho a opinar. 'Yo me siento reconocida socialmente aunque sé que otros [profesores] no lo perciben así'. Lo que sí ocurre, explica, que es que con el paso de los años a la escuela se le dan más y más responsabilidades. 'Se le pide que enseñe informática, teatro, cine, medio ambiente,... 'un sinfin de temas sobre los que además 'se supone que sabemos'. Y eso no puede ser, dice.

Itziar Maiz, profesora desde hace 24 años y desde hace seis también directora del Instituto Miguel de Unamuno, de Bilbao, recalca que el centro educativo debe ser un complemento a la educación del alumno. 'Cuando la familia falla en su función, por exceso o por defecto, surgen los problemas'. Subraya que, no obstante, en su instituto (mil alumnos de entre 12 y 18 años en los tres modelos lingüísticos) existen dos asociaciones de padres, que se involucran mucho.

Díaz e Imaz coinciden en que el profesorado del sistema educativo público de Euskadi tiene respaldo desde la Administración aunque también señalan, que 'nunca es todo' el que desearían. La directora del instituto querría tener mayores medios humanos para abordar, entre otras, cuestiones disciplinarias aunque, revela, 'hoy con mil alumnos tenemos más personal que cuando teníamos 2.000 estudiantes'.

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La profesora de Primaria asegura que el Gobierno vasco está haciendo 'un gran esfuerzo' para reciclar al profesorado ante las novedades, que proliferan. 'Eso sí, el tiempo lo tienes que poner tú a veces, y hay quienes no están dispuestos'. Ella sí. Este verano gracias a un programa del Departamento de Educación, un mes en Escocia (Reino Unido) ha estado poniendo al día su inglés. Sus alumnos recibirán clase de este idioma, aunque no lo imparta ella, porque 'cada profesor tiene que fijar una lengua con ellos, para que no se vuelvan locos'.

En ocasiones son los docentes quienes toman la inciativa para actualizar sus conocimientos. Díaz y otro puñado de profesores del Gabriel Aresti -un centro de Infantil y Primaria en los modelos B y D- organizaron hace unos cinco años todo un programa para enseñar informática al resto de la plantilla docente. Hoy es una herramienta más a la hora de dar clase a los niños, incluso a los más pequeños.

No ocurre lo mismo en el instituto Miguel de Unamuno. El equipo directivo está empeñado en ser puntero en este aspecto pero por ahora 'las cosas no llevan el ritmo deseado' y el ordenador es todavía una 'herramienta muy minoritaria'.

Otra de las novedades es la presencia de alumnos inmigrantes. En el Gabriel Aresti son una docena, procedentes de varios países. Una pequeña minoría cuya presencia es para Díaz 'una suerte' por ' la riqueza que pueden aportar al restode los niños'.

Las cifras del regreso

Unos 300.000 escolares del País Vasco regresarán mañana a las aulas de infantil, primaria, secundaria, bachiller y los ciclos que sustituyen a la FP. Son los alumnos de 878 centros escolares (543 públicos y 335 privados), según la información difundida por el Departamento de Educación. La consejería no precisó la distribución del alumnado por modelos lingüísticos porque, como explicó un portavoz de Educación, 'los datos de prematrícula', los únicos disponibles por ahora, 'pueden oscilar mucho' para cuando se confirman las matrículas. El consejero; Sabin Intxaurraga, asistirá a la inauguración del curso en el colegio público Landako de Durango. En Navarra, fueron casi 68.000 los estudiantes de primaria y secundaria los que empezaron el curso 2001-2002 durante esta semana. Tres cuartas partes de ellos estudiará en castellano y el resto, en euskera, según los datos del Departamento foral de Educación y Cultura.

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