Críticas contra Agricultura por su actuación en el rebrote de la peste
Ganaderos, sindicatos agrarios y partidos políticos elevaron ayer el tono de sus críticas contra el consejero de Agricultura de la Generalitat, Josep Grau, tras el último foco de peste porcina clásica declarado en una granja de Bellmunt d'Urgell (Noguera). Los granjeros consideran que ellos no son culpables del rebrote y critican la decisión de sacrificar todos los cerdos, incluidas las madres reproductoras, en un radio de un kilómetro de la explotación infectada.
La medida ha provocado la desolación entre los productores de cerdos porque para muchos supondrá la ruina. En Bellmunt, el 80% de los ingresos económicos procede de la cría de ganado. Pero tampoco ha gustado al sindicato agrario Unió de Pagesos (UP), que argumenta que hasta ahora se habían respetado las explotaciones de madres reproductoras situadas a más de 500 metros. Por eso, el sindicato reclama una ayuda a fondo perdido de 3.500 pesetas mensuales por cerda durante el tiempo que las granjas estén vacías para evitar que desaparezcan muchas de las explotaciones.
'Esto es un auténtico drama', manifestó entre sollozos uno de los 30 granjeros que se congregaron ayer en el polideportivo de Bellmunt para manifestar su preocupación por las secuelas de la peste y denunciar la actuación del titular del Departamento de Agricultura, que ayer empezó a sacrificar 4.000 lechones y 1.000 reproductoras, a pesar de que los animales están sanos.
Por su parte, el diputado socialista Ramon Vilalta manifestó ayer que el nuevo brote de peste de Bellmunt d'Urgell 'es una muestra más de los errores del consejero Grau en el control de la epidemia'.
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