Telefónica se ahorrará el 60% de su inversión millonaria en Alemania tras aliarse con KPN
El consorcio que forma con la finlandesa Sonera preveía gastar 6.200 millones de euros en 10 años
Si la carga pesa mucho, mejor llevarla entre dos. Aunque sea con el enemigo. Es la nueva regla de oro de los endeudados operadores de telecomunicaciones europeos. Telefónica Móviles y la operadora finlandesa Sonera, el socio con el que obtuvo una licencia para explotar la tecnología UMTS en Alemania que les costó cerca de 8.400 millones de euros (1,4 billones de pesetas), han alcanzado un acuerdo con uno de sus rivales, E-Plus, filial de la holandesa KPN, para crear a medias su nueva red. La operadora española se ahorrará el 60% de la inversión prevista en los próximos 10 años y que era de 6.200 millones de euros.
En virtud del acuerdo -con flecos aún por atar, como el reparto de equipos y torres-, la factura de los próximos 10 años para el consorcio 3G (Telefónica Móviles y Sonera) se reducirá en este periodo de los 6.200 millones de euros (1,03 billones de pesetas) previstos inicialmente a 2.400 millones de euros (399.326 millones de pesetas). Estos cálculos fueron comunicados ayer a los analistas por el consejero delegado de Telefónica, Fernando Abril-Martorell.
De los 3.800 millones de euros (632.266 millones de pesetas) de ahorro derivado del pacto con KPN, el 57% dejará de pagarlo la operadora española, ya que éste es el porcentaje que Telefónica Móviles controla en el consorcio 3G. La finlandesa Sonera tiene el 43% restante. Así, el coste en 10 años para Telefónica se reducirá en 2.166 millones de euros (360.391 millones de pesetas).
El principio de acuerdo con KPN, que se traducirá en la construcción conjunta de infraestructuras de red para un futuro uso compartido y en buscar financiación mediante acuerdos con proveedores, persigue reducir los costes que tendrán que soportar los operadores para hacer realidad su proyecto. Esta multimillonaria inversión es adicional a la cantidad desembolsada por obtener la correspondiente licencia de telefonía de tercera generación (UMTS). Telefónica Móviles y Sonera pagaron 1,4 billones de pesetas por una de las seis licencias en juego en Alemania. De esta cantidad, 797.488 millones los puso la operadora española. El Gobierno alemán se embolsó, por las seis, un total de 8,4 billones de pesetas.
Los analistas consultados abren interrogantes, y algunos descartan abiertamente, que en Alemania haya mercado para seis operadores. Aún así, Telefónica Móviles insistió ayer en que su filial en ese país, 3G, tendrá un Ebitda (beneficios antes amortizaciones, impuestos e intereses) positivo, como estimó desde el principio, en 2006. Según fuentes de la compañía, las negociaciones para compartir infraestructuras en Alemania no están cerradas. La idea no es limitar sólo el acuerdo a dos, sino darle cabida a un tercero. 'Dado que los espectros de radiofrecuencia asignados los tenemos correlativos con E-Plus y con Vodafone, ésta última sería la opción más eficiente', señalaron.
Paralelamente, Telefónica Móviles y Sonera ha ultimado también un acuerdo de itinerancia (roaming) con Deutsche Telekom. Este tipo de acuerdos consisten en comprar a un operador una parte de su espectro para usar las líneas y poder dar servicio. Telefónica ya tenía un acuerdo de itinerancia con la filial de KPN para ofrecer servicios de GPRS, la tecnología intermedia entre la actual y la futura UMTS, que permitirá a los usuarios de móviles navegar por la red, ver videoclips o descargarse amplios ficheros a velocidades hasta 40 veces mayores que la tecnología actual.
La construcción conjunta de la red es posible en Alemania desde el mes de junio, mediante un cambio de legislación que pretendía aliviar la carga financiera de los operadores. Deutsche Telekom y British Telecom se estrenaron con un acuerdo similar.
La suma pagada por licencias en distintos países europeos, que arroja la escalofriante cifra de 130.000 millones de euros (21,6 billones de pesetas), y las necesarias inversiones adicionales están detrás del abultado endeudamiento que arrastran las operadoras de telecomunicaciones. Los peligros de asfixia financiera y el consiguiente declive de la confianza inversora explican, según los analistas, el temporal de que estas compañías están siendo víctimas en los mercados. Máxime desde que los operadores tuvieron que rendirse a la evidencia de que la tecnología UMTS no empezará a introducirse hasta dos años después de lo previsto. Es decir, en 2003.
Pese a estar toreando la situación mejor que sus rivales europeas, Telefónica Móviles ha perdido en bolsa en lo que va de año cerca de un 44% de su valor. Ayer, la acción, que cerró a 6,04 euros, volvió a encogerse un 1,31%.
Fuerte deuda
La deuda financiera consolidada de la operadora española asciende ya, con fecha a 30 de junio, a 10.460 millones de euros (1,7 billones de pesetas). Pero, visto que la mayor parte de este lastre procede de la compra de licencias en Europa (por un total de 1,04 billones de pesetas), la dirección de la empresa se concentra en la evolución de la deuda financiera neta proporcional: 6.860 millones de euros (1,14 billones de pesetas).
La compañía presume ante los inversores de un ratio de deuda neta sobre la capitalización del mercado de un 20%, inferior a la de sus principales rivales europeas. Telefónica Móviles también esgrime que sale también mejor parada al relacionar el coste de las licencias y la población de los países en los que tiene presencia. La media europea es de 2,47 euros por habitante (5,57 euros, en el caso de la alemana Deutsche Telekom), en el caso de Telefónica la proporción es de 0,90 euros.
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