El presidente de Seat asumirá la dirección mundial de Volkswagen

Tras meses de intensos rumores, la sucesión del presidente de Volkswagen, Ferdinand Piëch, está resuelta. Tal y como se preveía, su heredero será el actual presidente de Seat y ex ejecutivo de BMW, Bernd Pischetsrieder. La designación se efectuará en el marco de un consejo de vigilancia convocado para el próximo viernes, según informaciones de la revista alemana Manager-Magazin confirmadas con fuentes del Gobierno regional de Baja Sajonia, que con casi un 20% es el mayor accionista de Volkswagen.

También el poderoso comité de empresa del fabricante automovilístico ha dado su visto bueno: 'Bernd Pischetsrieder posee cualidades extraordinarias para acometer las tareas futuras', afirmó uno de los dirigentes sindicales en un comunicado distribuido por el Gobierno de Baja Sajonia, en el que también se felicita a Piëch por haber mejorado la rentabilidad y el posicionamiento en el mercado de la hoy mayor automovilística europea. El austriaco y nieto del legendario Ferdinand Porsche, constructor del escarabajo, asumió la presidencia de Volkswagen en 1993.

Su sucesión ahora podría tener lugar incluso antes de la fecha prevista del 16 de abril de 2002, cuando se celebrará la junta de accionistas de la compañía. Un día después, Ferdinand Piëch cumplirá 65 años y, previsiblemente, asumirá la presidencia del consejo de vigilancia de Volkswagen. La designación del nuevo presidente de Volkswagen hasta ahora estaba prevista para noviembre, pero se ha decidido adelantarla para acabar con la incertidumbre reinante y evitar las constantes especulaciones, según el Manager-Magazin.

Bernd Pischetsrieder es un ingeniero de 53 años que desde 1999 ejerce como consejero de calidad de Volkswagen y es presidente de Seat, donde ha lanzado una gran ofensiva para mejorar la productividad, la gama de vehículos y la imagen de la empresa española, que en materia de ventas en la actualidad se encuentra a la cola de las marcas de turismo de Volkswagen.

Entre 1993 y 1999, Pischetsrieder -ingeniero de profesión, al igual que Piëch- presidió BMW, donde fue el responsable de la compra de la automovilística británica Rover, que, pese al buen desempeño inicial, acabó en desastre. Las millonarias pérdidas que acarreó esta adquisición motivaron la salida de Pischetsrieder de BMW en 1999 y la desinversión de BMW en Rover el año pasado. Presidir ahora Volkswagen, por tanto, es una especie de segunda oportunidad para este bávaro.